“Manzur no podía ser candidato; forzó para perpetuarse”

El ánimo de Germán Alfaro, intendente de San Miguel de Tucumán y candidato a vicegobernador por Juntos por el Cambio (JxC), y su compañero de fórmula, el diputado Roberto Sánchez, parecía el de un triunfo luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) suspendiera las elecciones en Tucumán para las categorías de gobernador y vicegobernador debido a la presentación contra la postulación del gobernador, Juan Manzur, como segundo de Osvaldo Jaldo en la fórmula del oficialismo, que había sido realizada por el intendente y otros sectores. La Constitución de Tucumán establece que el gobernador y el vicegobernador duran cuatro años en sus funciones y pueden ser reelectos por un período consecutivo, pero si el gobernador ha sido reelegido para un segundo período consecutivo, no puede ser elegido nuevamente, sino con el intervalo de un período.

Alfaro consideró que la suspensión de las elecciones era una brisa de republicanismo y democracia, y que era importante vivir en un Estado de derecho y respetar la Constitución. Criticó la Justicia local, a la que consideró cooptada por el Gobierno provincial, y afirmó que la baja calidad institucional de la provincia era la madre de todos los problemas de los tucumanos, incluyendo la pobreza, la mala calidad de vida, la falta de educación, salud, trabajo y seguridad. Según él, el Gobierno hegemónico buscaba perpetuarse en el poder por el poder mismo.

A pesar de todo, tanto Alfaro como Sánchez, en representación de la dirigencia local de JxC, consideraron que las elecciones debían realizarse el domingo para el resto de las categorías, y presentaron una solicitud a la Junta Electoral de la Provincia (JEP) para que así fuera. La JEP resolvió la suspensión de los comicios para todas las categorías en un momento de incertidumbre.

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