Malvinas: respaldo regional en la OEA, pero Brasil marca distancia y enciende una alarma diplomática

El gobierno argentino celebró este domingo un nuevo respaldo internacional a su reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas. En la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), todos los países miembros aprobaron por unanimidad y por aclamación una declaración que llama a reanudar las negociaciones bilaterales entre Argentina y el Reino Unido.

“Agradecemos el apoyo unánime que hemos recibido de toda América. Las Malvinas son argentinas”, comunicó oficialmente el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, el entusiasmo del anuncio no logra disimular una señal diplomática inquietante: por primera vez desde que se presenta esta moción en la OEA, Brasil no fue el país encargado de presentar el reclamo.

La ausencia del tradicional patrocinio brasileño no pasó inadvertida en la Cancillería. “Son gestos diplomáticos que hay que leer. Brasil siempre lideró esta moción, y ahora decidió no hacerlo. Es una señal de que algo cambió o que hay animosidad con el gobierno argentino”, comentó a LPO una fuente diplomática con experiencia en el tema.

Brasil toma distancia y deja una advertencia

En reemplazo del gigante sudamericano, fue Perú el país que tomó la iniciativa de presentar la declaración. Desde el Palacio de Itamaraty intentaron minimizar la situación: “Seguimos apoyando el consenso, como siempre. Es solo una cuestión de procedimiento. La relación anda bien”, indicaron en off.

Pero puertas adentro del gobierno argentino se encendieron alertas, no solo por el gesto brasileño, sino por el contexto general de un vínculo congelado entre los presidentes Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, marcado por cruces ideológicos y diferencias personales.

El malestar interno también apunta a la actuación del embajador argentino en Brasil, Daniel Raimondi. Algunos funcionarios lo acusan de no haber anticipado la jugada ni trabajado para evitarla. “Esto se podría haber gestionado diplomáticamente. Al menos se debía advertir que Brasil no iba a presentar la moción”, aseguran desde la diplomacia.

Clima tenso antes de la cumbre del Mercosur

La decisión de Brasil se conoce en vísperas de una cumbre del Mercosur que estará atravesada por la tensión política. Lula planea visitar en julio a la expresidenta Cristina Kirchner en Buenos Aires, en señal de respaldo tras la reciente confirmación de su condena judicial. Un gesto que puede ser leído como una provocación para la Casa Rosada.

De manera paradójica, Milei deberá cederle a Lula la presidencia pro témpore del bloque regional en ese mismo encuentro, lo que añade una carga simbólica adicional al ya delicado escenario diplomático.

En síntesis, aunque el apoyo regional a la causa Malvinas se mantiene firme, la política exterior argentina recibe una advertencia clara desde su principal socio regional: el vínculo con Brasil está lejos de ser funcional y operativo. Y los gestos diplomáticos, aunque sutiles, también dicen mucho.

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