Mauricio Macri pasó por Córdoba y dejó varias definiciones fuerte de cara a las elecciones del año que viene. La más impactante fue que le cerró la puerta a un acuerdo con su amigo Juan Schiaretti, que comenzó a acercarse a Horacio Rodríguez Larreta. También fue muy duro con Luis Juez y pidió enfrentarlo en 2023.
El expresidente afirmó (en público y privado) que no hay lugar para Schiaretti en Juntos por el Cambio. “Fue enfático y reconoció que en Córdoba hay mayor presión impositiva y mayor pobreza que en otros distritos del país”, aseguró uno de los dirigentes con los que dialogó, que en la interna partidaria está del lado de Larreta. “Nos dijo que el plan es plantársele a Schiaretti y gobernar Córdoba en 2023”, confirmó un amarillo macrista ante la consulta de LPO.
El rechazo de Macri a Schiaretti es sorpresivo porque los une una larga amistad, desde los tiempos en que el cordobés trabajaba en Socma. Pero además sorprende porque hasta hace poco el expresidente empujaba un acercamiento. Una interpretación al rechazo de Macri es algún enojo por el acercamiento de Schiaretti a Larreta.
Como contó LPO, en los últimos meses Larreta empezó a construir un diálogo con Schiaretti y se acercó al punto de imaginarlo como su vice. Pero esa opción ahora parece más cercana para Gerardo Morales, y el jefe de gobierno porteño comentó en varias reuniones que al cordobés lo ve como su jefe de gabinete.
En el radicalismo cordobés, el desconocimiento de Macri a su histórico socio llamó la atención: “Está sobreactuando para empujarnos a la interna. ¿Para qué ir a internas si el radicalismo está en un diálogo perfecto con Juez?”, se preguntó de manera retórica un dirigente albirrojo que cree que hay una funcionalidad explícita del ex mandatario hacia los planes de Schiaretti: que Juntos se debilite en una nueva interna.
Las definiciones de Macri se dieron en una cena que mantuvo el jueves con dirigentes del PRO cordobés. “Dejen de pensar en los carguitos”, “vuelvan a las bases”, “no puede ser que el PRO tenga cuatro presidenciables y ningún candidato en Córdoba para la gobernación”, “no se puede llevar a un extrapartidario como candidato”, este último un dardo directo contra la postulación de Luis Juez, fueron algunos de sus duros retos.
El rechazo de Macri a Schiaretti es sorpresivo porque los une una larga amistad, desde los tiempos en que el cordobés trabajaba en Socma. Pero además sorprende porque hasta hace poco el expresidente empujaba un acercamiento. Una interpretación al rechazo de Macri es algún enojo por el acercamiento de Schiaretti a Larreta
“Mauricio nos garantizó los recursos para disputarle la candidatura de Juntos por el Cambio a Luis Juez, y nos bajó una orden directa: instalar un candidato propio y competir”, contó a LPO uno de los invitados a la cena que encabezó el líder del PRO. “Salimos de la reunión con la misión de exacerbar al PRO dentro de la coalición”, dijo otro comensal. “Fue como el dueño de una empresa que llegó a la sucursal Córdoba y nos facturó haber regalado al radicalismo y a Juez las dos candidaturas del 2021”, dijo una tercera fuente consultada, refiriéndose a la división amarilla en aquel zafarrancho del 24 de julio del año pasado, cuando una parte del PRO huyó con Juez y De Loredo.
También dejó en claro que Luis Juez no está en sus planes. “No es nada personal, sólo que no lo considera preparado para gobernar en el marco del proceso de reformas estructurales que deberemos hacer para dejar atrás para siempre el populismo”, afirmó un dirigente larretista. Vale recordar que en su disertación ante la Bolsa de Comercio, Macri dijo que en Juntos por el Cambio “no hay lugar para el populismo light”. Algunos interpretan que fue un mensaje a Juez. En el larretismo, en cambio, que fue una “autocrítica al gradualismo”. Como sea, ante los suyos dijo que su plan “no es con Juez”.
En este marco, Macri pasó por el estudio del ex senador nacional Ernesto Martínez, apoderado del Frente Cívico. Hay dos versiones opuestas respecto de la reunión: en el juecismo aseguran que el líder del PRO fue a garantizar que no habrá una reedición del pacto con Schiaretti. En el macrismo duro, en cambio, dicen que fue a dar un gesto ante la decisión de enfrentar al líder del Frente Cívico en una interna y que “la reunión no terminó bien”. Como sea, lo cierto es que Juez no participó de la caminata que Macri hizo por el centro de la ciudad de Córdoba, a diferencia de Rodrigo de Loredo, que sonrió junto al ex presidente.
Macri dejó en claro que Luis Juez no está en sus planes. “No es nada personal, sólo que no lo considera preparado para gobernar en el marco del proceso de reformas estructurales que deberemos hacer para dejar atrás para siempre el populismo”, afirmó un dirigente larretista
El nexo de De Loredo con el macrismo duro no es nuevo: el jefe de Evolución en Diputados integró en 2018 el “grupo Tanti”, coordinado por Nicolás Massot, por entonces jefe del PRO cordobés. En esa estructura incidió Darío Nieto, quien riega la planta De Loredo cada vez que puede.
En este marco, Macri reclamó que se defina rápidamente el reglamento interno que encorsete a todos los dirigentes de la oposición. En principio, la redacción está cerrada y quedan los aspectos políticos: quién y cómo se paga, cuál es el tribunal de alzada y con qué porcentaje se ingresa al reparto D’Hont. Según uno de los radicales que trabaja en la redacción, “el reglamento de la interna está listo para firmar”, sin que las encuestas “sean una variable de la competencia”.
El operativo clamor De Loredo gobernador ya está en marcha. Él y Juez han manifestado que tienen un acuerdo: “el mejor posicionado será el candidato”. En el radicalismo entienden que los afiliados estarán liberados de ir con uno u otro candidato. Ahora, el PRO debería plantar un candidato propio para cumplir los deseos de Macri, aunque sin posibilidad de apostar a otra ficha que no sea amarilla.
Fuente: La Politica Online, Argentina.