A pesar de las advertencias de las principales consultoras económicas, el ministro Luis Caputo conserva su optimismo, apoyándose en dos pilares clave: la estabilidad del dólar y el informe positivo de algunas fábricas de alimentos y bebidas. Su objetivo principal es demostrar una desaceleración significativa en el índice de inflación, fundamental para garantizar la sostenibilidad del programa oficial a largo plazo.

El reciente aumento en las tarifas, especialmente en el gas, podría impactar en la inflación de abril, por lo que Caputo está centrando su atención en los precios de los alimentos esenciales. Afortunadamente, el inicio de abril trajo buenas noticias, con empresas líderes reportando estabilidad de precios e incluso ofreciendo descuentos en algunos productos básicos.

Empresas como Molinos y Paladini ya han implementado rebajas significativas en productos como fideos, arroz y fiambres. Se espera que esta tendencia se extienda a otras compañías y a una variedad más amplia de productos de consumo masivo en las próximas semanas.

Sin embargo, los lácteos siguen mostrando aumentos debido a la caída en la producción lechera. A pesar de estos desafíos, Caputo proyecta una inflación entre el 9% y 10% para abril, confiando en que la estabilidad del dólar y las estrategias comerciales de las empresas ayudarán a mitigar los impactos negativos en la economía.

En resumen, mientras Caputo enfrenta las advertencias económicas, sigue confiando en la estabilidad del dólar y la respuesta positiva del sector alimentario para lograr una desaceleración en la inflación y avanzar hacia la estabilidad económica deseada.