Debate y Convergencia

Los versos satánicos de Gibreel Farishta y Saladin Chamcha

Los Versos Satánicos(‘The Satanic Verses’) fue la 4ta. novela del escritor indio nacionalizado británico Salman Rushdie, publicada por primera vez en 1988, e inspirada en parte en la vida del profeta islámico Mahoma (Ab l-Qsim Muammad ibn ‘Abd Allh ibn ‘Abd al-Mualib ibn Hšim al-Qurayš). Rushdie utiliza el realismo mágico y eventos y personas contemporáneas para crear sus personajes.

El título hace referencia a un grupo de versículos del Corán, que escribió Mahoma, que se refieren a 3 diosas preislámicas de La Meca: Allt, Uzza, y Mant.

Los versos son una “inspiración satánica” que supuestamente Mahoma confundió con una revelación divina, según la biografía escrita por Ibn Ishaq.

La parte de la historia que trata de los ‘versos satánicos‘ se basó en relatos de los historiadores Al-Waqidi y Al-Tabari.

La novela narra la historia de Gibreel Farishta y Saladin Chamcha, actores de origen indio.

Farishta es una estrella de Bollywood especializado en papeles religiosos con un fuerte complejo de superioridad;

Chamcha es un emigrante que ha roto con su pasada identidad india, trabaja prestando su voz para anuncios publicitarios, y es conocido como ‘el Hombre de las Mil Voces’.

Ambos viajan en el vuelo Bostan 706, de India a Inglaterra, que sufre un atentado.

Sin embargo, no mueren: Farishta ahora tiene una aureola angelical y Chamcha unas nacientes protuberancias en la frente: el arcángel Gabriel y Shaitan.

Sus caminos se separan en la casa de playa de la señora Rose Diamond en donde son buscados por la policía acusados de ser inmigrantes ilegales.

Gabriel se les presenta a los oficiales irradiando la luz angelical de su aureola, y sin hablar les convence de su honesta estadía en el país.

Chamcha afirma ser ciudadano inglés pero es detenido a causa de sus ahora enormes cuernos caprinos que lo delatan como extranjero y representación de lo maligno, y es objeto de burlas. A nadie le importa que sea un sobreviviente del Bostan 706.

Farishta ni siquiera intenta ayudarlo.

Chamcha nunca olvidará el incidente.

El Corán y subha o misbaha: todo listo para el Dikr.

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La trama

La historia va al corazón de las creencias religiosas de los musulmanes, quienes creen que el profeta Mahoma fue visitado por el ángel Gibreel (Gabriel en español) quien, durante un período de 22 años, le recitó las palabras de Dios.

A su vez, Muhammed o Mahoma repitió las palabras a sus seguidores. Estas palabras, mucho tiempo después, se escribieron y se convirtieron en los versos y capítulos del Corán.

En la narrativa se intercalan visiones soñadas por Gibreel Farishta, que lo representan como el mensajero de Dios.

Por ejemplo, en una de estas visiones aparece Ayeesha, una joven campesina, quien dice recibir mensajes de Dios a través del arcángel Gabriel. Ella realiza, desde India, una peregrinación a La Meca. Al llegar a la costa del mar de Arabia, los creyentes se sumergen convencidos de que el arcángel separará las olas y les permitirá el paso libre, sin embargo todos se ahogan.

En otro sueños, se hace alusión a los versos satánicos: Abu Simbel, líder de Jahilia y esposo de Hind, sacerdotisa de la diosa Al-Lat, le ofrece a Mahound un pacto que consiste en que él admita a 3 antiguas deidades politeístas permitiéndole al pueblo su adoración.

Mahound es Mahoma, y La Meca preislámica y politeísta es Jahilia.

Myriam Renaud, profesora de Religiones Mundiales Contemporáneas en Union Institute & University (Cincinnati, Ohio, USA), afirma que Rushdie eligió un nombre provocativo para el Profeta porque Mahound a veces lo usaban durante la Edad Media los cristianos en forma despectiva hacia Mahoma, porque lo consideraban un demonio.

Mahound sube al monte Cone, a pedirle una revelación al arcángel Gabriel, obligándole inconscientemente a dictarle unos versos en los que se proclame la validez de las 3 deidades. Pero luego renuncia a ello como un error inducido por un poeta escéptico y satírico, Baal (el Diablo).

Tras un enfrentamiento con Hind, y al darse cuenta de la trampa en la que había caído, Mahound vuelve a subir al monte Cone para enfrentarse físicamente con el arcángel.

Mahound se convence a sí mismo de que ahora sí es el verdadero arcángel, puesto que un humano nunca podría vencer al mensajero de Dios.

Mahound pone sus propias palabras en boca del ángel Gibreel y entrega edictos a sus seguidores que refuerzan sus propósitos egoístas. Aunque, en el libro, el escriba ficticio de Mahound, Salman el Persa, rechaza la autenticidad de las recitaciones de su maestro, las registra como si fueran de Dios.

Salman, por ejemplo, atribuye ciertos pasajes reales del Corán a las opiniones sexistas de Mahound: por ejemplo, las que colocan a los hombres “a cargo de las mujeres” y les otorgan el derecho de golpear a las esposas de quienes “temen la arrogancia“.

Para muchos musulmanes, Rushdie, en su narración ficticia del nacimiento de los eventos clave del Islam, da a entender que, en lugar de Dios, el profeta Mahoma es él mismo la fuente de las verdades reveladas.

Myriam Renaud:

  • “En defensa de Rushdie, algunos estudiosos han argumentado que su “burla irreverente” pretende explorar si es posible separar la realidad de la ficción. El experto en literatura Greg Rubinson señala que Gibreel no puede decidir qué es real y qué es un sueño.”
  • “Desde la publicación de ‘Los Versos Satánicos’, Rushdie ha argumentado que los textos religiosos deberían estar abiertos a cuestionamientos. “¿Por qué no podemos debatir el Islam?”, preguntó Rushdie en 2015.”
  • Es posible respetar a las personas, protegerlas de la intolerancia, siendo escéptico con sus ideas, incluso criticándolas ferozmente”, afirmó Rushdie, punto de vista que choca con el de aquellos para quienes el Corán es la palabra literal de Dios.”

Fuente: Urgente24, Argentina.

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