España se levantó este jueves con la resaca de la carta abierta a la ciudadanía que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicó la tarde de ayer para anunciar la cancelación de su agenda pública, con el objetivo de reflexionar sobre si continuará en el cargo o no. Su decisión se conocerá el lunes.
En la misiva, Sánchez explica que detrás de sus dudas se encuentran los repetidos ataques de la derecha y ultraderecha política y mediática. Además, reconoce que la gota que colmó su vaso han sido las continuas acometidas contra su esposa, Begoña Gómez.
La carta llegó el mismo día en que un juez de Madrid abrió diligencias previas contra Gómez, tras la denuncia presentada por la organización ultraderechista Manos Limpias, por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Ante la incertidumbre que se abre de aquí al lunes, son varias las opciones que se ponen sobre la mesa.
¿Elecciones anticipadas?
Una de las posibilidades es que el presidente del Gobierno anuncie un adelanto electoral. En este caso, no podría hacerlo inmediatamente, puesto que la Constitución establece que no se puede hacer antes de que haya trascurrido un año desde la última disolución del Parlamento.
Las Cortes se disolvieron el 29 de mayo del año pasado, por lo que hasta ese día de este año, dentro de cinco semanas, no podría decretarse una nueva disolución. Y las hipotéticas nuevas elecciones deberían celebrarse entre 30 y 60 días después.
La cercanía de los pasados comicios y el gran trabajo que conllevó el inicio de la legislatura, hacen presagiar que esta no será la opción elegida.
¿Cuestión de confianza?
Otra posibilidad es que Sánchez opte por plantear una cuestión de confianza al Congreso de los Diputados. Este recurso se entiende como otorgado cuando lo vota afirmativamente una mayoría simple de los diputados, es decir, más síes que noes. Sin embargo, en caso contrario, el presidente debería presentar su dimisión.
En este escenario, se procedería a una ronda de contactos del rey con los grupos parlamentarios para la proposición de un nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno, que se sometería a una sesión de investidura. En ese caso, el postulado debería obtener la mayoría absoluta en primera votación, o simple en segunda.
Si la primera propuesta no resulta exitosa, se tramitarían otras. Si ninguna de ellas saliera adelante en el término de dos meses, se procedería a la disolución de las Cámaras y la convocatoria de nuevos comicios.
¿Dimisión?
La última opción sería la de que Pedro Sánchez presentara su dimisión. En la democracia española, tras el fin de la dictadura franquista, solo hay un precedente de dimisión de un presidente: la de Adolfo Suárez. Se produjo el 29 de enero de 1981, tan solo 25 días antes del intento de golpe de Estado del 23 de febrero.
La legislatura continuaría y se procedería, como el anterior caso, con una ronda de contactos del rey para la proposición de un nuevo candidato a la Presidencia. Mientras tanto, la presidenta en funciones sería la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Ola de adhesión
La carta ha levantado una ola de adhesión en las filas de su partido y también desde otras formaciones. El expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero pidió la mañana de este jueves a los simpatizantes de su formación que “se movilicen en favor de la democracia del respeto, en favor de la justicia, y en favor de la tarea de Pedro Sánchez”.
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, afirmó que el presidente “está afectado por una persecución injusta con mentiras y con bulos” llevada a cabo “por una jauría ultraderechista y derechista“, según recoge La Sexta. También ha recibido apoyo de María Jesús Montero y otros ministros.
Desde Sumar, socio de Gobierno, y formaciones del ámbito progresista como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), también se han vertido palabras de apoyo al presidente.
La oposición le acusa de victimización
Desde el principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), se acusa al líder socialista de victimizarse, e incluso de calumnias, por señalar en su carta al propio presidente de esa formación, Alberto Núñez Feijóo, como “colaborador necesario” del “acoso y derribo” que sufren tanto él como su esposa.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, ha pedido la dimisión inmediata de Sánchez. “Creo que no debería seguir ni un minuto más por todo el daño que está causando a España”, sostuvo.
Desde la ultraderecha de Vox se ha mandado un mensaje similar. Su presidente, Santiago Abascal, dijo ayer que no sabe “si se retira para preparar su defensa legal” o “si es otra de sus maniobras de propaganda para presentarse como una pobre víctima, y acallar así la indignación mayoritaria de los españoles”.
Vísperas de las elecciones de Cataluña
La carta de Sánchez llega tan solo un par de días antes de la inauguración de la campaña para las elecciones regionales que se celebrarán en Cataluña, el próximo 12 de mayo. Se especula con que el momento elegido para este golpe en la mesa tenga que ver con esa cita electoral.
Por el momento, Sánchez ha cancelado su agenda, lo que significa que no acudirá a los actos de campaña que tenía previstos. Además, si se diera el caso de que presentara una moción de confianza, ésta se votaría probablemente unos días antes de las elecciones catalanas.
Pruebas dudosas
Entre las pruebas aportadas por Manos Limpias contra Gómez figuran son recortes de noticias de prensa, alguna de ellas ya desmentidas, como la que le adjudicaba la recepción de una ayuda pública, que en realidad había sido recibida por otra ciudadana de igual nombre.
De hecho, el propio secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, admitió el jueves que su denuncia puede basarse en noticias falsas. No obstante, alegó que la organización ha puesto la información en manos de la justicia y que, si no son ciertas, serán los medios de comunicación las que deberían asumir la falsedad, recoge Cadena Ser.
Ahora se especula con que la intención de Sánchez con su carta es provocar un golpe de efecto y, en función de la reacción, tomar una decisión sobre su futuro político, que se conocerá el lunes.