Las Patologías de Dos Opciones Ineludibles

Son dos los candidatos que disputarán la representación de la nación para asumir la más alta magistratura, uno de los objetivos más anhelados por quienes se interesan por la política. Este deseo de acceder al poder puede obedecer a diversas razones que podemos enumerar: ambición de poder, voluntad de trascender y dejar una huella en los manuales de historia, o incluso un sentimiento altruista que aspira a mejorar la vida de los ciudadanos, poner el país en marcha y sacar a la gente de la pobreza. Esta última representa a quienes se han quedado al margen del reparto de recursos, incluyendo niños, jóvenes y personas que viven en la precariedad, desprovistos de lo más básico: una vivienda digna, acceso a la educación y atención sanitaria.

Por otro lado, también encontramos a los ambiciosos que utilizan el poder para alimentar su ego, satisfacer su narcisismo y necesidad de destacarse frente a las masas, buscando controlar su propio destino. Los políticos que llegan a esta instancia a menudo parecen poseer ciertas patologías que los hacen aptos para enfrentar desafíos, resistir agresiones y, en ocasiones, mentir sin mostrar remordimiento. Están seguros de su capacidad para engañar y, en muchas ocasiones, no muestran arrepentimiento por sus contradicciones flagrantes, discursos vacíos y mentiras recurrentes.

Es importante destacar que, aunque es válido aspirar al poder, aquellos que llegan a estas altas esferas de la política a menudo enfrentan desafíos emocionales y psicológicos que pueden influir en su comportamiento.

Centrándonos en la actual coyuntura política, es crucial mencionar que, en este proceso electoral, el candidato Sergio Massa ha presentado una imagen que dista de la realidad. Massa parece hablar como si hubiera llegado recientemente a la política, obviando la historia, los acuerdos políticos que lo llevaron a su candidatura, y la influencia de figuras como Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner o Alberto Fernández. Su discurso omite estas conexiones y pretende sostener su engaño para que la poblacion crea que es lo nuevo, que es el cambio.

No obstante, resulta asombroso que, bajo su administración y liderazgo, el país haya enfrentado notables dificultades económicas. La inflación, la marginalidad y la pobreza han experimentado un notable aumento, mientras que los jubilados reciben pensiones insuficientes. La población ha padecido múltiples restricciones a sus libertades durante años. A pesar de estas realidades, el ministro Massa se muestra confiado y aparentemente sin remordimientos, centrado en mantener un disfraz con el único propósito de obtener votos.

La situación plantea preguntas sobre cómo actuará si llega al poder y no necesita convencer a más votantes. A menudo nos preguntamos si las personas pueden ser tan deshonestas y carentes de conciencia, especialmente cuando perjudican a personas inocentes con sus actos. Massa también se presenta como un hombre contenido, tratando de demostrar que nada tiene que ver con su gestion aun vigente ni con la de sus socios politicos Cristina y Alberto.

En lo que respecta a Javier Milei, su meteórica ascensión en las encuestas refleja una campaña basada en una actitud disruptiva, agresiva y combativa. A pesar de las críticas, Milei ha abierto un debate sobre temas que antes estaban fuera de discusión debido al discurso único impuesto por el kirchnerismo. La capacidad de Milei para impulsar el debate y ampliar la discusión política es notable, y muestra una transparencia y honestidad intelectual en sus ideas y pensamientos.

Sin embargo, Milei ha adoptado un enfoque más moderado en su intento de ganar votos, lo que a veces puede parecer en contradicción con su personalidad explosiva y su estilo directo. Su transformación parece responder a una estrategia de ganar apoyo más amplio y acomodarse a ciertas demandas políticas.

A pesar de esto, Milei ha mantenido su espontaneidad, transparencia y honestidad intelectual en sus ideas, y su compromiso con reducir los gastos del Estado y promover la generación de empleo y el crecimiento. A través del debate y el diálogo, Milei ha contribuido a enriquecer la discusión política en nuestro país y ha abierto la puerta a nuevas perspectivas.

En resumen, tanto Massa como Milei presentan diferentes enfoques y estilos políticos en esta contienda electoral. La decisión recae en los votantes, quienes deberán considerar cuál de estos candidatos representa mejor sus intereses y valores en la búsqueda de un futuro mejor para Argentina.

Ninguno de los dos está exento de críticas, pero podemos analizar la historia de nuestro país o simplemente observar el caso del matrimonio Kirchner para comprender las características de estos personajes. Es posible que Milei esté un poco desequilibrado, lo que no lo descalifica por completo. Por su parte, Massa no se queda atrás, ya que el cinismo, la simulación, la mentira y la manipulación también son indicios de cierto grado de desequilibrio.

Osvaldo Gonzalez Iglesias – Escritor – Editor

Tags

Compartir post