Debate y Convergencia

¿Las inteligencias artificiales reemplazarán al artista?

maginen que necesitan una ilustración específica para utilizar en lo que sea. Quizás lo primero a lo que recurrimos es a Google, algún banco de imágenes libre o directamente a alguna persona que pueda ilustrar y diseñar lo que necesitamos. Pero ahora contamos con una nueva opción: generarla a través de una inteligencia artificial. Rápido y muchas veces gratis, sin más intermediarios que una computadora y el lenguaje.

¿Es posible pensar en una IA creativa? ¿Qué relación tiene con el arte, y sobre todo, con el trabajo de los y las artistas?

La inteligencia artificial sigue abriéndose camino a pasos agigantados y su evolución es cada vez más rápida y accesible para cualquier persona que tenga Internet. Ahora es posible contar con imágenes creadas por IA totalmente originales, que no han existido nunca, y tener los derechos comerciales para usarlas como y donde sea. ¿Cómo funciona? A través de las palabras, se le puede pedir a una IA que recree cualquier ilustración que deseemos. En términos de la programación, lo que se ingresa es un “promt”, una serie de caracteres y fórmulas que indican órdenes a un programa. En este caso, simplemente escribimos un pedido. Mientras más específica sea la descripción de lo que queremos, mejores resultados se obtendrán o mejor se ajustarán a lo que tenemos en mente.

Por ejemplo, podemos pedir una imagen de un gato gigante y los primeros resultados serán más bien realistas. Pero luego ese pedido puede devenir en un gato gigante vampiro color rojo, en la ciudad, de noche, estilo cubista, y la IA arrojará otros resultados, no se acobarda.

El único límite, en algunos programas, son las imágenes reales de personas, sobre todo famosas, en un intento ético de preservarlas de abusos y violencia en los resultados. Sin embargo, es posible ingresar al banco de imágenes ilustraciones y fotografías propias para lograr imágenes que tomen nuestros rostros como un elemento más para combinar.

“Théâtre D’opéra Spatial” se llama la obra generada por IA. Foto Discord. Ganó un premio en la Feria Estatal de Colorado en 2022.

Lo interesante es que no se trata de simples montajes o collages de imágenes que los programas rescatan de lo que han visto sino que cuentan con una suerte de entrenamiento. Las IA pueden tomar un banco de imágenes libres de derechos, o un corpus seleccionado por sus programadores, y aprender a distinguir y abstraer patrones, objetos, cómo se relacionan esos objetos y qué características tienen. Extrae rasgos comunes de las imágenes con las que fue entrenada y luego los recrea, dando lugar a imágenes totalmente nuevas, incluso rostros de personas ficticias o situaciones inventadas, de las que cuales nunca tuvo ni tendrá un registro visual.

Muchos coinciden en que las IA están dotadas de creatividad, en el sentido de que son capaces de ser preparadas para generar contenidos originales de todo tipo, con mayor o menor libertad según las descripciones que hagamos al pedir una imagen. El debate actual es ¿pueden considerarse  los resultados como “obras de arte”? Si así lo fueran, ¿quién es el artista? ¿Puede llamarse artista a la persona que solo escribió el texto que dio lugar a determinada imagen? ¿Es un trabajo artístico saber qué y cómo redactar un “promt” para obtener resultados estéticos, bellos, atractivos?

Para quienes se dedican a la pintura, la fotografía, el diseño gráfico u otras actividades afines, la evolución de las IA puede ser un riesgo o un beneficio; por un lado, la posibilidad de que cualquier persona pueda generar imágenes personalizadas con tanta facilidad puede acabar reemplazando sus servicios. Pero por otro lado, esa misma rapidez con la que los programas pueden recrear una idea vaga, delirante o compleja, serviría como un buen boceto para iniciar un trabajo, o al menos agilizaría las tareas. Pero, ¿qué valor social tendrá una obra generada por inteligencia artificial frente a una creada por personas reales? ¿Basta con que una imagen genere emoción/placer/movilización si es generada por una máquina? Y lo más importante de todo, ¿podremos distinguir una obra generada por un programa de una creada por seres humanos?

Las posibilidades son ilimitadas y aun están en pleno desarrollo. Algunas de las IA de acceso libre que pueden probar son Midjourney, que genera imágenes a través de un chat de Discord, o DAL-EE 2. Las ilustraciones obtenidas son de uso libre, pero no pueden venderse ni comercializarse. Pero ¿qué pasará con el trabajo artístico en el futuro, cuando las IA puedan casi reproducir las ideas que tengamos en mente en forma imágenes? ¿Cuáles son los límites, si los hay?

Tags

Compartir post

Related Posts