El rover Curiosity de la NASA atravesó el planeta rojo durante años tomando fotos alucinantes. El equipo detrás del vehículo apuntó a una región rica en arcilla llena de sulfato para encontrar evidencia de agua existente en el planeta, brindando información sobre el clima de Marte que los científicos aún están tratando de comprender.
Los minerales se formaron cuando los lagos y arroyos alguna vez fueron una realidad en el cráter Gale, que ahora se encuentra en la base del monte Sharp, una montaña de casi 5 mil kilómetros de altura por la que el rover Curiosity ha estado viajando desde 2014.
Más arriba en la montaña se encuentra la “zona de transición”, donde las fotos de Curiosity revelaron arroyos secos y dunas de arena que se formaron sobre los sedimentos del lago.
Ashwin Vasavada, científico del proyecto Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, afirmó :”Ya no vemos los depósitos lacustres que vimos durante años más abajo en el Monte Sharp. En cambio, vemos mucha evidencia de climas más secos, como dunas secas que ocasionalmente tenían arroyos a su alrededor”.
Y añadió: “Ese es un gran cambio con respecto a los lagos que persistieron durante quizás millones de años antes”.
El rover está encontrando menos arcilla y más sulfato a medida que asciende más alto a través de la zona de transición y pronto, Curiosity encontrará la última muestra de roca que tomará en esta zona. Con suerte, esto proporcionará una visión más detallada de la composición mineral cambiante de las rocas del planeta.
La información recopilada a partir de estas fotos detalla el complicado conocimiento del agua en el planeta. Es posible que el agua subterránea fluya y refluya en algún momento, según el sitio web de la NASA.
A principios de este mes, el rover tuvo que entrar en modo seguro después de detectar temperaturas más altas de lo normal en el planeta. Este apaga todas las funciones excepto las más importantes para que los ingenieros aún puedan evaluar la situación.
Curiosity volvió a la normalidad unos días después, pero los ingenieros aún querían analizar la causa exacta del problema, sospechando que se debió a que el rover detectó una anomalía de temperatura.
Los problemas anteriores con las ruedas del rover también hicieron que el equipo al mando del Curiosity tomara nuevas fotos de sus ruedas cada 3281 pies o 1000 metros.
Fuente: m1, Argentina.