Israel y la Franja de Gaza enfrentan uno de los peores brotes de violencia de los últimos años. Desde hace una semana, las organizaciones que controlan la Franja de Gaza han lanzado cientos de cohetes hacia territorio israelí, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel han respondido con ataques aéreos que han dejado decenas de muertos y heridos.
El detonante de la violencia fue la decisión de las autoridades israelíes de desalojar a varias familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, lo que desató protestas y enfrentamientos en la ciudad. A esto se sumó el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía israelí en la mezquita de Al-Aqsa durante las celebraciones del mes sagrado de Ramadán.
Las organizaciones palestinas Hamas y Yihad Islámica respondieron con el lanzamiento de cohetes hacia Israel, lo que desencadenó una escalada de violencia que ha dejado al menos 197 palestinos y 10 israelíes muertos, según fuentes oficiales. La mayoría de los fallecidos en Gaza son civiles, incluyendo mujeres y niños, mientras que en Israel las víctimas son en su mayoría civiles y un soldado.
La comunidad internacional ha condenado la violencia y ha llamado a un cese inmediato de las hostilidades. El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido de urgencia en varias ocasiones, pero no ha logrado emitir una declaración conjunta debido a la oposición de Estados Unidos, principal aliado de Israel.
El conflicto ha puesto de manifiesto una vez más la complejidad del conflicto israelí-palestino, que se arrastra desde hace décadas y ha dejado miles de muertos y heridos en ambos bandos. La situación en la Franja de Gaza, donde el bloqueo impuesto por Israel ha dejado a la población en una situación precaria, sigue siendo una de las principales causas de inestabilidad en la región.
Mientras tanto, la escalada de violencia continúa y la comunidad internacional sigue haciendo llamados a un cese inmediato de las hostilidades. Sin embargo, la falta de voluntad política para abordar las causas profundas del conflicto hace que sea difícil imaginar una solución duradera a corto plazo.
José Abeto Alesandro