Este miércoles, los mercados financieros mundialmente recibieron con optimismo la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, reflejando euforia en los índices bursátiles, tanto en Wall Street como en la Bolsa de Buenos Aires. El riesgo país argentino descendió a menos de 900 puntos, su nivel más bajo en cinco años, mientras que los bonos en dólares subieron un 2,6%, y las acciones del Merval aumentaron un 2,4%. A su vez, los ADRs de empresas argentinas experimentaron subas superiores al 9%. El presidente Javier Milei celebró los resultados con varios retweets destacando la reacción positiva de los mercados.
No obstante, los analistas advierten que este entusiasmo puede ser más superficial de lo que parece, pues los efectos de la política de Trump sobre la economía argentina podrían ser complejos a mediano y largo plazo. Trump y Milei comparten un enfoque ideológico de ultraderecha, lo que genera un vínculo natural entre ambos, aunque las implicancias de sus políticas pueden no ser tan favorables para la economía argentina.
Según el analista Cristian Buteler, esta subida es una respuesta inmediata y corta: “Trump era el preferido por el mercado, un lugar que generalmente ocupan los republicanos. Y de ahí hay una línea de llegada con Milei por afinidad ideológica”. Sin embargo, se prevé que la política de tasas de interés más altas de la Reserva Federal (FED) y un enfoque proteccionista de Trump puedan afectar negativamente a los emergentes, como Argentina.
Jennifer Stefan, economista del Centro de Economía Política (CEPA), señala que la apreciación del dólar no tendrá un gran impacto sobre el mercado de divisas local debido a las restricciones cambiarias. Sin embargo, a medida que Estados Unidos sube sus tasas, los flujos de capitales se desplazarán hacia activos en dólares, afectando a economías emergentes como la argentina. Esto podría generar una mayor demanda de dólares en el mercado local, presionando al peso.
Por su parte, Javier Timerman, socio gerente de Adcap Grupo Financiero, alerta que las políticas fiscales de Trump, como la reducción de impuestos y el incremento del déficit fiscal, llevarán a tasas de interés más altas en EE. UU., lo que afectará a los países emergentes. Además, señala que un dólar más fuerte podría debilitar el euro y hacer que el peso argentino sea menos competitivo.
Otro aspecto a tener en cuenta es el impacto de las políticas de Trump sobre los organismos internacionales. Algunos analistas creen que la victoria de Trump podría facilitar la llegada de fondos frescos del FMI, aunque otros, como Noemí Brenta, advierten que el Fondo podría no estar dispuesto a hacer grandes desembolsos tras los fracasos de 2018.
La pregunta que queda es si la relación con Estados Unidos y la posible ayuda del FMI serán suficientes para superar los desafíos económicos que enfrenta Argentina, o si, por el contrario, las políticas de Trump terminarán siendo más perjudiciales a largo plazo para la economía argentina.