El fiscal Alberto Nisman sacudió la escena política argentina al presentar una denuncia explosiva en enero de 2015, acusando al gobierno de Cristina Kirchner de establecer una alianza con Irán para desvincularlo del atentado a la AMIA. En sus propias palabras, Nisman describió la trama como un plan criminal destinado a eliminar las imputaciones contra funcionarios iraníes, ofreciendo impunidad a cambio de beneficios económicos, como la obtención de petróleo a cambio de granos.
En su denuncia, Nisman alegó que la Presidente Kirchner estaba directamente involucrada, dando órdenes expresas a sus cómplices y liderando la campaña discursiva para encubrir la perpetración del delito. La gravedad institucional de la denuncia no debía ser un obstáculo para la investigación judicial, según el fiscal, quien expresó su determinación a pesar de las dificultades.
El monólogo, basado en declaraciones reales de Nisman, revela el peso emocional y la conciencia de la difícil tarea que enfrentaba. Nisman anticipó las consecuencias personales y familiares de su valiente acción, asegurando que, pese a las dificultades, haría todo lo posible para buscar la verdad. La denuncia de Nisman desencadenó eventos que culminaron en su muerte cuatro días después, aún investigada como un asesinato.
Hoy, nueve años después, el Pacto con Irán para encubrir el atentado a la AMIA va a juicio, con Cristina Kirchner como principal acusada. La trama presentada por Nisman sigue resonando en la memoria colectiva argentina como un hito en la lucha por la verdad y la justicia.