A primera vista, las noticias publicadas por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea son inquietantes: el 31 de julio de 2023, la temperatura media de la superficie marina mundial era exactamente de 20,9648 grados centígrados, superior al récord anterior establecido en 2016. Sin embargo, en comparación con 2016, se trata solo de un aumento extremadamente pequeño, de exactamente 0,0188 grados. En aquel entonces, el valor más alto fue de 20,95 grados Celsius, redondeado hacia arriba.
Entonces, ¿es el nuevo récord de temperatura mucho ruido y pocas nueces? Desgraciadamente no, porque encaja con la tendencia general de este año. Y esta apunta sistemáticamente al alza.
Los océanos del mundo son cada vez más cálidos
Desde abril, la temperatura media diaria de la superficie de los océanos (excluidas las regiones polares) se mantiene en niveles récord, demasiado cálidos para la época del año. Según los análisis de Copernicus, la media diaria de las temperaturas marítimas se situaba ya en 20,94 grados centígrados el 19 de julio.
Además, las temperaturas récord de las aguas superficiales continúan en el Atlántico Norte. En junio, Copernicus comunicó el registro más alto de todo el Atlántico Norte, con una media de 0,91 °C para el periodo.
Y según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés), la superficie del mar en el Atlántico Norte alcanzó la temperatura más alta de su historia, 24,9 grados, en la última semana de julio de este año, según mediciones preliminares. Xungang Yin, científico de la NOAA, declaró que se esperaba que la temperatura de la superficie del mar “siguiera subiendo en agosto”. Normalmente, el Atlántico Norte alcanza su temperatura más alta a principios de septiembre, según la agencia.
Ola de calor de máxima categoría en el Atlántico Norte
En junio, el Atlántico Norte ya experimentó una ola de calor marítimo de la máxima categoría, explicó Samantha Burgess, del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, en entrevista con DW. Se supone que habrá nuevas grandes mortandades de peces por este motivo. Además, existía el peligro de que se formaran más tormentas en el Atlántico Norte.
“Hasta ahora, los océanos han absorbido el 90 % del aumento de los gases de efecto invernadero, por lo que actúan como una esponja. Pero no sabemos si eso seguirá siendo así o qué más ocurrirá a medida que se calienten más y más”, indicó Burgess.
“Esta situación es extrema. Hemos visto olas de calor marítimas antes, pero ésta es muy persistente y se extiende sobre una gran área” en el Atlántico Norte, dijo también Karina von Schuckmann, del centro de investigación Mercator Ocean International.
Temperaturas récord en el Mediterráneo
Las temperaturas del agua en el Mediterráneo también han batido récords este año. Por ejemplo, investigadores españoles informaron a finales de julio que la temperatura media diaria de la superficie del mar era de 28,71 grados centígrados. La región mediterránea, que registró temperaturas récord en julio, se considera desde hace tiempo un punto caliente del cambio climático.
Los cambios más pequeños podrían sacudir el sistema climático mundial. “Lo que estamos viendo ahora va más allá de cualquier temperatura del agua registrada hasta ahora. Es entre notable y alarmante”, afirma Thorsten Reusch, biólogo del GEOMAR Centro Helmholtz de Investigación Oceánica.
Las altas temperaturas de la superficie oceánica coinciden también con el desarrollo de las condiciones de El Niño, un periodo de aguas más cálidas de lo normal en el Pacífico tropical. Este patrón climático natural, declarado por la OMM el 4 de julio, provoca una mayor probabilidad de calor extremo en muchas regiones y en el océano.
Calor récord también en tierra: presagio del futuro
En general, el mes de julio de este año ha venido acompañado de extremos y récords. Según cifras de la ONU, es muy probable que sea el mes más caluroso desde que existen registros meteorológicos y probablemente “sin precedentes” desde hace miles de años. Algunas partes de Europa, Asia y Norteamérica en particular se vieron afectadas por olas de calor y devastadores incendios forestales. Es un anticipo del futuro del clima mundial, advirtieron la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa Copérnico de Observación de la Tierra de la UE.
Los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, están aumentando en intensidad y frecuencia como consecuencia del cambio climático global, según la ciencia. La Tierra ya se ha calentado unos 1,2 grados desde el comienzo de la era industrial. El acuerdo de París sobre el clima pretende limitar el calentamiento a bastante menos de dos grados, preferiblemente a 1,5 grados. Sin embargo, tal y como están las cosas, la Tierra se encamina hacia un peligroso calentamiento de unos cuatro grados. “Las emisiones de origen humano son, en última instancia, la principal causa de este aumento de la temperatura”, afirma Carlo Buontempo, Director del C3S.
(ee/mn)
DW