La crisis interna del peronismo, marcada por la creciente distancia entre Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner, está provocando una fractura que podría redefinir las elecciones legislativas de 2025 en la provincia de Buenos Aires. Los intendentes cercanos al gobernador ya anticipan la formación de “dos espacios diferenciados” que podrían competir de manera independiente o enfrentarse en una interna partidaria. Además, la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) en las elecciones nacionales eliminará el “efecto arrastre” de las listas, abriendo la puerta a una campaña más autónoma para los dirigentes locales.
Mientras Kicillof evalúa la posibilidad de desdoblar las elecciones provinciales y evitar el uso de la boleta única, el panorama peronista sigue fragmentado, con intendentes que buscan mayor protagonismo y una creciente influencia de La Cámpora en la Legislatura. La posible candidatura de Cristina Kirchner en la boleta nacional podría agravar la división, mientras que la falta de acuerdos dentro del peronismo podría dar una ventaja a Javier Milei en el escenario político de 2025.