Un encuentro fortuito después de un vuelo que conectaba Buenos Aires y Córdoba confirmó al sector más selecto del macrismo que Juan Schiaretti no cerraría un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta, al menos por el momento. Alejandra Vigo, senadora nacional y esposa del gobernador cordobés, le dijo categóricamente a su contraparte del PRO: “Él no va a ser vice de nadie”.

Esta anécdota se convirtió en uno de los ingredientes principales de la tensión que se cocinó durante esta semana en Juntos por el Cambio, dejando a la coalición al borde de su ruptura definitiva. Aunque la incorporación del gobernador cordobés se enfrió, la disputa abierta entre el jefe de Gobierno y Patricia Bullrich sigue más caliente que nunca. Larreta, respaldado por sus aliados internos Gerardo Morales, Elisa Carrió y Miguel Ángel Pichetto, desacredita a su rival, no la reconoce como tal y ve en su obstinada negativa la mano invisible de Mauricio Macri. “Es una pelea de poder”, resumió un operador cercano al jefe de Gobierno.

La “operación Schiaretti” quedó condenada al fracaso el lunes, cuando Luis Juez, candidato a gobernador, sorprendió mediáticamente al unirse a la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio en el comité de la UCR. Aunque se suponía que se iba a discutir la incorporación de Schiaretti, el tema en la agenda era habilitar la de José Luis Espert.

Los miembros de Juntos por el Cambio no esperaban esa reacción en contra. Buscaron dar un golpe impactante para imponer el tema y comenzar a discutirlo en la cúpula de la coalición, pero les salió al revés. No solo porque Juez es un archirrival de Schiaretti y su retórica, sumada a la de Bullrich, es explosiva, sino también porque no previeron el movimiento de Macri. El ex presidente viajó especialmente a la provincia para respaldar al senador, a quien hasta hace poco consideraba su enemigo, en la Bolsa de Comercio local. Aunque el evento tuvo lugar el martes, había sido agendado al menos una semana antes, sin tener en cuenta los planes de JxC. “La reacción de Mauricio fue muy negativa. Él sabe qué estamos jugando porque fue presidente”, citó elDiarioAR a una fuente radical de alto nivel.

Larreta evitó hablar con Macri durante la semana, pero Pichetto sí lo hizo. El ex presidente reiteró sus argumentos en contra de la “forma” en que se llevaban a cabo las cosas, argumentando que desestabilizaba a la alianza opositora. “Le contó la historia”, afirmaron fuentes cercanas a esa conversación. Sin embargo, en cuanto al “contenido”, Macri no tendría mucho que decir, ya que hace unas semanas se reunió con Martín Llaryora, el hombre fuerte de Schiaretti.