La personalidad de Javier Milei es digna de análisis en sí misma. Descrito por muchos como un individuo con rasgos caprichosos, egocéntricos y ciertas tendencias sociopáticas, su naturaleza peculiar ha dejado huellas en su vida personal y política.
Milei ha mantenido una vida privada relativamente reservada, caracterizada por escasas amistades y relaciones sentimentales. Una de las relaciones más destacadas fue con la cantante Daniela, que duró algunos meses. Después de residir en un departamento en el Abasto por un tiempo considerable, decidió mudarse a un barrio cerrado en Benavidez.
Su relación con sus padres, particularmente con su padre Norberto, quien pasó de ser chofer de colectivo a poderoso empresario, estuvo marcada por años de conflicto y distanciamiento. Según Milei, su padre lo maltrataba, golpeaba y menospreciaba, diciéndole que nunca lograría nada. Esta relación problemática influyó en la personalidad desconfiada y aislada del candidato presidencial.
No obstante, su hermana Karina Milei, dos años menor que él, ha sido su apoyo constante. Karina, una apasionada de Bellas Artes, es la mano derecha de Javier incluso en su incursión política. El estrecho vínculo entre los hermanos es tan fuerte que Karina es considerada “El Jefe” en el entorno de Milei. Ella desempeña un papel fundamental en la toma de decisiones dentro del espacio político, actuando como intermediaria entre Javier y el equipo. Además, es quien mejor comprende las intenciones y deseos de su hermano.
La relación entre los hermanos ha sido vital para la carrera política de Milei. Karina también rompe con los estereotipos tradicionales y disfruta de una vida independiente y lujosa en un exclusivo complejo residencial.
La vida de Milei está entrelazada con su amor por los perros, a quienes considera su familia. Reside en un barrio cerrado junto con sus cinco mastines ingleses, a los que malcría y cuida como a sus propios hijos y nietos, otorgándoles incluso nombres de economistas. Tanto Javier como Karina han optado por enfocar sus esfuerzos en criar a sus mascotas en lugar de formar familias convencionales.
En definitiva, la personalidad y relaciones de Javier Milei son un factor intrigante y distintivo en su vida, moldeando su enfoque en la política y su estilo de vida.