Tras la contundente victoria de La Libertad Avanza (LLA) en la Ciudad de Buenos Aires, el oficialismo se muestra decidido a mantener el sello libertario sin alteraciones para la elección nacional de octubre. No obstante, en la estratégica provincia de Buenos Aires, el espacio que lidera Javier Milei evalúa la posibilidad de conformar un frente electoral con el PRO e incluso con sectores del radicalismo.
La discusión comenzó a delinearse este miércoles en la sede de la Jefatura de Gabinete, en la planta baja de la Casa Rosada. Allí se reunieron el jefe de ministros, Guillermo Francos; la secretaria general de la Presidencia y presidenta de LLA, Karina Milei; su operador territorial, Eduardo “Lule” Menem; y el estratega presidencial Santiago Caputo. Según fuentes oficiales, se trató de una “reunión política” clave para definir la estrategia de cara al segundo semestre.
El análisis libertario es claro: consideran que Mauricio Macri fue el gran derrotado en los comicios porteños, con el PRO cayendo por primera vez por más de 15 puntos en su histórico bastión. Algunos en el círculo libertario van más allá y señalan, en voz baja, que el partido fundado por Macri en 2005 “comenzó a desaparecer”. Esa misma idea fue expresada sin matices por Agustín Laje, referente ideológico de LLA, quien afirmó: “El PRO está muerto”.
Pese a la retórica triunfalista, en el oficialismo libertario no quieren tensar la relación con figuras del PRO bonaerense como Cristian Ritondo —presidente del partido en la provincia y del bloque de diputados nacionales— ni con intendentes de peso como Guillermo Montenegro (Mar del Plata). En ese marco, se analiza replicar la fórmula chaqueña, donde LLA se alió con varios partidos (incluido el del gobernador radical Leandro Zdero) y logró un resonante triunfo bajo la marca “Chaco Puede + La Libertad Avanza”.
El modelo bonaerense apuntaría a una boleta compartida, con listas intercaladas entre LLA y el PRO, sin alterar la marca nacional del oficialismo. Esta fórmula, según especulan en Balcarce 50, podría ser clave para robustecer el resultado del 26 de octubre.
Desde el PRO, las reacciones son diversas. Algunos dirigentes se muestran abiertos a alianzas pragmáticas, mientras otros rechazan de plano «pintarse de violeta». “Mientras sigamos discutiendo el color de la boleta, estamos en problemas”, ironizó Martín Yeza, exintendente de Pinamar, en A24.
Mientras tanto, el calendario electoral en la provincia de Buenos Aires avanza. El cierre de alianzas será el 9 de julio, las listas se presentarán el 19 y la elección desdoblada está prevista para el 7 de septiembre. En LLA descuentan que Cristina Kirchner no será candidata, aunque desde su entorno aún no lo descartan del todo.
Lo que sí está claro es que Milei y su núcleo duro buscarán capitalizar el envión electoral para consolidar un armado nacional donde ellos marquen la línea, pero sin descartar alianzas tácticas en los territorios donde aún no tienen estructuras sólidas.