Además de sus viajes internacionales y navegaciones en el yate Bandido, Martín Insaurralde, exintendente de Lomas de Zamora, enfrenta ahora la atención judicial por el presunto uso indebido de una oficina en Retiro para asuntos políticos y relacionados con el mundo del juego. La acusación involucra a una coqueta oficina sobre el bar Farinelli, donde se señala que Insaurralde mantenía reuniones y negocios.
El lugar, frente a la antigua Embajada de Israel, comparte edificio con un hombre de confianza, Juan Pablo Peredo, vocal del Tribunal de Cuentas de la provincia y vinculado al ámbito del juego. La exnúmero dos de la UIF, María Eugenia Talerico, quien denunció a Insaurralde por lavado de dinero, testificará en la investigación.
La Fundación Poder Ciudadano, parte querellante por supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, pidió al juzgado federal de Lomas de Zamora investigar el departamento en Retiro y citar a Talerico. La Justicia busca esclarecer los movimientos y negocios de Insaurralde en el edificio parisino.
La acusación señala que Insaurralde podría estar utilizando estructuras para realizar sus movimientos financieros. La Justicia también indaga sobre los fondos provenientes del mundo del juego que fluyeron hacia intendentes bonaerenses. La investigación incluye pagos de Daniel Mautone, dueño de Casino de Victoria SA, por vuelos privados y un programa de televisión vinculado a Insaurralde.
Juan Pablo Peredo, ubicado estratégicamente por Insaurralde en el Tribunal de Cuentas bonaerense, sigue siendo un interlocutor con empresarios del juego, indicando que el exintendente no ha perdido influencia a pesar de sus problemas judiciales. La causa revela la compleja red de relaciones entre la política y el mundo del juego en la provincia de Buenos Aires.