La inflación en Uruguay volvió a ceder en mayo y se consolida dentro del rango objetivo por segundo año consecutivo

La inflación en Uruguay volvió a mostrar señales de moderación en mayo, consolidando su trayectoria descendente y reforzando la estabilidad de precios en un contexto regional marcado por la incertidumbre económica. Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios del Consumo (IPC) registró una variación mensual del 0,11%, significativamente por debajo de las expectativas del mercado, que proyectaban una suba de alrededor del 0,3%.

Con este nuevo dato, la inflación interanual se ubicó en 5,05%, frente al 5,37% registrado en abril, completando así 24 meses consecutivos dentro del rango objetivo fijado por el Banco Central del Uruguay (BCU), que se sitúa entre el 3% y el 7%. En lo que va del año, el IPC acumula un incremento de 2,82%, lo que mantiene a Uruguay como uno de los países con mejor desempeño inflacionario de la región.


Inflación subyacente y sectores con mayor impacto

El IPC con exclusiones —también conocido como inflación subyacente o núcleo— mostró una variación mensual del 0,22% y una tasa interanual de 5,77%, levemente superior al índice general. Este indicador excluye precios más volátiles como alimentos frescos y combustibles, y es clave para analizar la tendencia de fondo de la inflación.

Durante mayo, el rubro que más contribuyó al alza fue ropa y calzado, con una suba del 0,99%, impulsada por el comienzo de la temporada otoño-invierno. Se destacaron aumentos del 1,57% en prendas para mujeres, 1,39% en prendas para hombres y 1,53% en calzado femenino.

También registraron subas relevantes los servicios de restaurantes y cafés (0,76%) y los seguros de salud privados, con un salto del 3,37% en las cuotas, lo que arrastró a la suba al rubro de servicios financieros y seguros (+0,32%).

En el sector vivienda, agua y energía, el incremento fue del 0,26%, explicado principalmente por el aumento del 3,57% en servicios de albañilería y del 2,71% en tributos domiciliarios en Montevideo.


Estabilidad en alimentos y baja en transporte: dos anclas inflacionarias

El comportamiento de los alimentos —históricamente un componente volátil en el índice de precios— fue clave para contener la inflación general. El rubro alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación marginal del 0,01%, con subas moderadas en cereales (+0,90%) y frutas (+0,58%), pero compensadas por fuertes bajas en hortalizas (-3,41%) y carne (-0,50%).

Por su parte, el rubro transporte mostró una disminución del 0,55%, en parte por la caída en los precios de automóviles y camionetas (-1,49%), gasoil (-1,49%) y pasajes de avión (-3,91%). Esta baja fue apenas matizada por el aumento del 2,16% en el transporte de pasajeros con chofer, reflejando el impacto del uso de servicios como taxis y aplicaciones móviles.


Contexto regional e implicancias para la política monetaria

En un momento donde la inflación es una de las principales preocupaciones en América Latina, Uruguay se destaca por haber logrado una convergencia sostenida al rango meta sin necesidad de aplicar políticas monetarias excesivamente restrictivas. Este desempeño podría influir en la decisión del BCU respecto a la evolución de la tasa de política monetaria, que actualmente se mantiene sin cambios.

No obstante, la persistencia de presiones globales, la inestabilidad en precios internacionales de alimentos y energía, y la incertidumbre financiera en mercados emergentes invitan a la cautela. En ese marco, la inflación subyacente todavía se ubica por encima del índice general, y podría alargar el ciclo contractivo de la política monetaria más de lo previsto.


Conclusión: estabilidad, pero con vigilancia

Con la inflación interanual en niveles manejables y con una trayectoria descendente, Uruguay consolida su credibilidad institucional en materia macroeconómica. El dato de mayo refuerza la expectativa de que el país transita un escenario de desaceleración ordenada de precios, aunque aún con desafíos pendientes.

La clave, de ahora en adelante, será sostener esta estabilidad sin frenar el crecimiento económico, en un contexto regional donde la mayoría de los vecinos todavía enfrentan tasas de inflación de dos dígitos y desequilibrios fiscales severos.

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