Córdoba desempeña un papel fundamental en la política nacional, y su influencia es un factor clave en las elecciones. En 2015, Mauricio Macri obtuvo el 70% de los votos en la provincia durante el balotaje con Daniel Scioli, lo que le permitió ganar la presidencia. Esto resalta la importancia de Córdoba en el escenario electoral.
Córdoba cuenta con más de 3 millones de electores, lo que representa más del 8% del total de votantes en el país. En las elecciones generales recientes, la lista de Sergio Massa obtuvo el 13.42% de los votos en la provincia, mientras que el candidato de La Libertad Avanza se impuso con el 33.54%, superando al oficialismo provincial.
Por otro lado, Juntos por el Cambio tuvo su peor desempeño histórico en Córdoba con el 22.62% de los votos. Esta composición de electores incluye una fuerte presencia radical arraigada en la provincia, lo que representa un grupo importante al que el equipo de Massa apunta para ganar votantes.
Estos datos evocan el contexto de las elecciones de 2015, cuando un error estratégico de Daniel Scioli al dar por perdida la provincia le costó la presidencia. El equipo de Massa es consciente de la necesidad de mitigar el impacto de Córdoba y trabaja en la construcción territorial a través de intendentes y líderes departamentales.
La relación de Sergio Massa con el electorado cordobés y sus referentes políticos en el PJ está ligada a su colaboración con el exgobernador José Manuel de la Sota. Ambos construyeron un espacio alternativo al kirchnerismo en 2013, lo que les permitió ganar las elecciones legislativas en Buenos Aires y desafiar al gobierno de Cristina Kirchner.
La estrategia en Córdoba ha sido compleja, enfocada en la construcción territorial y evitando confrontaciones directas con el gobernador Schiaretti, al menos hasta el debate presidencial. A pesar de una campaña aparentemente pasiva, Massa logró aumentar significativamente su base de votantes entre las PASO y las elecciones generales.
La fractura en el PJ provincial y el apoyo de dirigentes del delasotismo a la lista de Massa después de las elecciones generales destacó la importancia de Córdoba en la estrategia del candidato oficialista.
La dirigencia peronista de la provincia se ha alineado en gran medida con la candidatura de Massa, lo que incluye al gobernador electo Martín Llaryora. Los intendentes de diferentes regiones de la provincia han sido fundamentales en este apoyo.
Además, los líderes radicales en la provincia también juegan un papel importante en el armado. Algunos ya trabajan en apoyo a la candidatura del ministro, mientras que otros son clave en la búsqueda de unidad que promueve Massa.
Sergio Massa se desmarca del kirchnerismo en Córdoba y busca capitalizar el factor Córdoba, siguiendo una estrategia similar a la de Macri en 2015 al cerrar su campaña en la provincia. A diferencia de aquel momento, el electorado cordobés ha mostrado escepticismo hacia la propuesta de Juntos por el Cambio, lo que hace que capitalizar un volumen importante de votantes sea crucial tanto para Massa como para Javier Milei.