Este jueves, la Corte Suprema de Justicia se reúne por primera vez con su nueva conformación tras la jura de Manuel García-Mansilla, y el eje central del encuentro será la situación del juez Ariel Lijo. La incógnita es si el máximo tribunal despejará el camino para su incorporación o si la falta de consenso prolongará la incertidumbre.

El debate se enmarca en un escenario excepcional: Lijo fue designado en comisión por el Ejecutivo sin el aval del Senado, un hecho sin precedentes. Además, el magistrado solicitó una licencia sin goce de sueldo en su actual cargo como juez federal, lo que la Corte debe resolver antes de avanzar con su nombramiento.

Un fallo que necesita tres votos

Con cuatro jueces en funciones, la votación sobre la licencia de Lijo podría quedar en un empate, lo que generaría un nuevo dilema. Según la Acordada 44/2018, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, ya no tiene facultad de desempate, por lo que, si no se alcanzan tres votos a favor, la decisión deberá seguir debatiéndose.

La situación es inédita: aunque Lijo y García-Mansilla fueron propuestos al mismo tiempo y bajo el mismo decreto, solo a este último se le tomó juramento.

Expectativa en Comodoro Py y el Gobierno

Mientras el Gobierno aguarda una rápida resolución, en Comodoro Py hay gran expectativa por el desenlace. En caso de que la Corte habilite su ingreso, Lijo asumiría como ministro del tribunal y su juzgado federal n°4 pasaría a ser ocupado por un suplente designado por sorteo en la Cámara Federal porteña.

Fuentes judiciales adelantaron que la intención del máximo tribunal sería definir la cuestión esta misma semana, en contraste con la demora política que bloqueó su designación en el Senado durante más de un año.