La posibilidad de que Axel Kicillof revierta su decisión de desdoblar las elecciones provinciales respecto de las nacionales mantiene en vilo tanto al oficialismo bonaerense como a la oposición libertaria. Con Javier y Karina Milei todavía de gira por el exterior, el campamento de La Libertad Avanza sigue con atención las señales que emanan del kirchnerismo, convencido de que un “reacoplamiento” electoral potenciaría sus chances en la Provincia de Buenos Aires.
En la interna peronista, la discusión se agudizó tras la confirmación de la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Según analizan en el entorno libertario, el núcleo duro K —con La Cámpora al frente— considera que, con CFK fuera de carrera, necesitan una gran elección nacional unificada para evitar la fragmentación y una posible derrota como la que sufrió el PRO en la Ciudad de Buenos Aires frente al libertario Manuel Adorni.
Desde el círculo de Milei, la lectura es clara: si las elecciones se realizan en conjunto, se reduce el gasto y se maximiza el arrastre del líder libertario. “Javier se le pega a Espert y Espert tiene muchas más chances”, sintetizó un funcionario nacional con presencia en territorio bonaerense. A su vez, remarcan que una elección nacional facilita la fiscalización y eleva el interés del electorado.
El silencio del ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque —fiel a Kicillof—, al ser consultado sobre si se mantendrá el desdoblamiento, desató una ola de especulaciones. Para los libertarios, cualquier duda en el oficialismo provincial ya representa una ventaja política.
Internamente, advierten que competir con elecciones separadas implicaría “ocho elecciones distintas” en las secciones bonaerenses, lo que complica la estrategia sin Cristina como eje de la escena. Además, sospechan que el gobierno provincial evalúa maniobras en la Justicia Electoral para que las boletas locales se impriman en blanco y negro, lo que dificultaría asociar visualmente a los candidatos de LLA con la figura nacional de Milei. En el mileísmo acusan: “Quieren hacer una trampa electoral”.
Mientras tanto, en el oficialismo nacional siguen atentos el reordenamiento del PJ tras la ratificación de la condena a CFK. Algunos referentes advierten que la posible detención de la exmandataria podría haber unificado a la oposición peronista, pero en las últimas horas afloraron señales de tensión. “Todo indica que se van a empezar a pelear. Axel no quiso ir a fondo con el indulto. Y ahora, con Cristina afuera, va a poder jugar más fuerte con los intendentes que estaban en duda”, deslizó un armador político de La Libertad Avanza.
En ese escenario incierto, los libertarios cruzan los dedos para que Máximo Kirchner decida jugar en la Tercera Sección. Y mientras el gobernador evalúa los costos y beneficios de ceder a la presión camporista, el futuro del calendario electoral en la provincia más populosa del país sigue en el aire.