El banco de inversión JP Morgan publicó este miércoles su informe mensual sobre la economía argentina, en el que resalta una mejora significativa en el frente externo, una recuperación sostenida en la acumulación de reservas internacionales y signos concretos de reactivación económica. A pesar del contexto aún volátil, la entidad mantiene su proyección de crecimiento del PBI en 5,3% para 2025 y no descarta una expansión aún mayor si se sostienen las actuales condiciones macroeconómicas.
La cuenta corriente da señales positivas
Uno de los datos más destacados por JP Morgan es la mejora del balance de la cuenta corriente, que se tornó casi equilibrado luego del cambio en el régimen cambiario implementado el 11 de abril. El déficit promedio mensual, que rondaba los 1.500 millones de dólares en el primer trimestre, se redujo drásticamente a solo 100 millones en mayo.
Este ajuste se explica, principalmente, por el incremento de las liquidaciones de exportaciones en el mercado oficial de divisas. El informe destaca que el abandono del esquema 80/20 fue determinante para acelerar los ingresos de dólares, sumando 800 millones solo en mayo. A su vez, observa una tendencia creciente en las exportaciones, lo que refuerza la mejora estructural del sector externo.
Comercio de servicios: el talón de Aquiles
Sin embargo, el documento advierte que el déficit en la balanza de servicios continúa siendo elevado. En lo que va de 2025, la salida neta de divisas por servicios alcanza los 5.100 millones de dólares, un salto de 4.200 millones respecto al mismo período del año pasado. La causa principal sería el crecimiento del turismo emisivo, impulsado por la apreciación del peso y la recuperación parcial del poder adquisitivo de algunos sectores.
Reservas: recomposición sin precedentes
JP Morgan también pone el foco en la recuperación de las reservas del Banco Central, que considera «impresionante». Las reservas brutas líquidas —sin contar oro ni swaps— ascendieron a 16.000 millones de dólares al 23 de junio, una mejora sustancial frente a los apenas 1.000 millones disponibles a comienzos de abril.
En cuanto a las reservas netas, que descuentan pasivos y encajes, la entidad calcula una mejora desde los -7.200 millones de dólares a fines de mayo hasta los -3.900 millones a fines de junio. Esta recuperación fue posible gracias a una operación repo con bancos internacionales por 2.000 millones de dólares, colocaciones de deuda en pesos por 1.500 millones (suscriptas en moneda extranjera), y compras del Tesoro por 200 millones en el mercado oficial.
Además, los depósitos del Tesoro en el BCRA totalizan 4.600 millones de dólares, cifra que se acerca al monto necesario para cumplir con los compromisos de deuda de capital e intereses que vencen el 9 de julio, por unos 4.300 millones.
Expectativas para el segundo semestre
Pese al optimismo moderado, JP Morgan advierte que la sostenibilidad del equilibrio externo dependerá de la capacidad del gobierno para atraer financiamiento en el segundo semestre. En particular, señala que serán necesarias nuevas fuentes de ingreso como préstamos de organismos multilaterales, inversión extranjera directa o colocaciones de deuda en mercados internacionales.
El tercer trimestre suele ser estacionalmente complejo: caen los ingresos de dólares del agro y aumenta la demanda por turismo y cobertura ante el calendario electoral. En este escenario, el banco considera que mantener la estabilidad cambiaria será el gran desafío para consolidar la recuperación y evitar tensiones financieras.
El informe de JP Morgan, en suma, describe un escenario de mejora en marcha, con riesgos latentes pero también con una oportunidad concreta de consolidación macroeconómica si se logran mantener los flujos de financiamiento externo y la confianza en la política económica.