En el contexto político argentino, Javier Milei ha logrado un inusual consenso entre peronistas, radicales, kirchneristas, macristas y simpatizantes de la izquierda, todos coinciden en que la dolarización no es viable para Argentina, y económicamente, es considerada una “pésima idea”. A pesar de que Milei ha ajustado su discurso sobre el tema, su propuesta sigue siendo motivo de debate y controversia en la agenda política.

El economista y candidato a presidente por La Libertad Avanza ha defendido la idea de dolarizar la economía argentina, pero su exposición en el Latam Economic Forum, ante referentes de la economía, las finanzas y los negocios del país, encendió las alarmas y reavivó la discusión sobre esta medida. Milei argumenta que la dolarización sería una forma de establecer una competencia de monedas que permitiría a los ciudadanos elegir libremente su sistema monetario. Sin embargo, sus opositores, incluyendo políticos y expertos en economía, tienen serias reservas sobre la viabilidad de esta propuesta.

El propio Sergio Massa, ministro y candidato de Unión por la Patria, salió a opinar sobre el tema, sugiriendo que Milei había comenzado a desenmascarar su propuesta de dolarización, señalando que lo que se propone es en realidad una devaluación del 100 por ciento, como la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) había pedido hace unos meses. Desde Juntos por el Cambio, Carlos Melconian, economista y eventual ministro en caso de una victoria de Patricia Bullrich, también criticó la propuesta de Milei, calificándola como “imposible” y una “fantasía”.

Los expertos en economía que se oponen a la dolarización argumentan que es una medida extremadamente difícil de implementar en la situación actual de Argentina. Plantean que no hay suficientes reservas para llevar a cabo una dolarización a un tipo de cambio razonable, lo que resultaría en una devaluación brutal del peso argentino. Además, señalan que la Argentina perdería su capacidad de controlar su propia política monetaria y cambiaria, ya que quedaría sujeta a las decisiones de la Reserva Federal de los Estados Unidos.

Desde el punto de vista práctico, la dolarización también enfrentaría dificultades para salir una vez implementada, como se ha visto en otros países que han intentado esta medida. La dolarización requeriría una mayoría parlamentaria que actualmente no existe en Argentina, lo que plantea serias interrogantes sobre su viabilidad.

En resumen, aunque el debate en torno a la dolarización ha logrado unificar a la política argentina en su oposición a esta medida, las discusiones sobre su viabilidad y las posibles consecuencias económicas continúan. La dolarización sigue siendo un tema polémico que genera opiniones encontradas en la sociedad argentina.