Después de las elecciones primarias, Javier Milei no ha perdido tiempo y ha asumido el papel de futuro presidente de Argentina. Durante la primera semana posterior a las PASO, ha participado en múltiples entrevistas en medios de comunicación para promover su programa político coherente y destacar su enfoque único para sacar a la economía del país de la prolongada crisis que dura desde 2011.

Sin embargo, su tarea no se limita solo a convencer a los votantes. Aunque aún no hay encuestas sólidas que evalúen las posibilidades de una victoria de Milei en la primera vuelta de las elecciones generales, encuestadores prominentes han comenzado a indagar sobre esta posibilidad. Federico Aurelio, uno de los pocos encuestadores que predijo correctamente el desempeño de Milei en las PASO, ya ha realizado investigaciones para evaluar si podría ganar en la primera vuelta.

Con pasos concretos en la preparación para las próximas elecciones, Milei parece haber tomado la delantera sobre sus competidores. En contraste, Sergio Massa ha estado relativamente silente y ha enfrentado el desafío de manejar la crisis económica y la devaluación, mientras que otros líderes del oficialismo no han brindado un respaldo explícito. Milei se encuentra en proceso de consolidar su apoyo y confianza dentro y fuera del país.

El principal desafío de Milei es ganar el respaldo de inversores y fondos internacionales, cuya relación con Argentina ha sido tensa debido a incumplimientos contractuales pasados. Para lograr su plan de dolarización, Milei necesita convencer a estos actores de su capacidad para implementar políticas efectivas y estabilizar la economía.

Con su próximo viaje a Wall Street y posiblemente a Washington, Milei busca discutir directamente la dolarización y responder a las dudas de los inversores. La propuesta de que Mauricio Macri se convierta en su “súper canciller” refleja la búsqueda de Milei por establecer una base técnica y política sólida para su potencial gobierno.

En resumen, Milei está aprovechando el impulso de las PASO para consolidar su posición como candidato presidencial y preparar su estrategia para la presidencia y la dolarización. Sus próximos pasos y el respaldo que logre ganar en los círculos financieros serán fundamentales para determinar su viabilidad y éxito en las elecciones generales y, en última instancia, para enfrentar los desafíos económicos y políticos de Argentina.