La Estrategia de Seguridad y Denuncias Contra Líderes Piqueteros Marca un Punto de Quiebre en las Movilizaciones Sociales
El presidente Javier Milei, conocido por su estilo directo y su enfoque en políticas de mano dura, ha destacado públicamente el trabajo de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como un factor determinante en la erradicación de los piquetes que solían paralizar la vida diaria en Argentina. En el reciente Congreso de Inversiones Inmobiliarias, Milei afirmó con contundencia: “Se terminaron los malditos piquetes que nos arruinaban cada día”. Este comentario se centró en el papel fundamental de Bullrich en la implementación de políticas que han reducido drásticamente las movilizaciones en el país.
Sin embargo, el mérito no es exclusivo de Bullrich. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ha jugado un rol crucial en este proceso, especialmente a través de sus denuncias contra líderes de organizaciones piqueteras, muchos de los cuales estaban vinculados a partidos políticos de izquierda y operaban con impunidad durante el gobierno de Alberto y Cristina Fernández. Estas organizaciones, que en su mayoría se concentraban en el conurbano bonaerense y solían cortar calles en la Ciudad de Buenos Aires, han visto su poder significativamente mermado bajo la nueva administración.
Piquetes y Marchas Bajo la Lupa de Bullrich y Pettovello
Las movilizaciones, en gran medida impulsadas por amenazas de perder planes sociales otorgados por líderes piqueteros, han sido un desafío constante en Argentina. Estas marchas, que frecuentemente incluían acampes en lugares estratégicos como la Avenida 9 de Julio y Belgrano, solían estar respaldadas por enormes columnas de personas provenientes de sectores vulnerables del conurbano, especialmente de las zonas sur y oeste.
El gobierno de Javier Milei ha implementado una estrategia de doble vía para hacer frente a este fenómeno. Por un lado, Bullrich ha encabezado la implementación de un protocolo antipiquetes, que ha involucrado a la Policía Federal y otras fuerzas de seguridad en más de 310 operativos desde el 20 de diciembre del año pasado. Estas acciones han movilizado a más de 50,000 efectivos y han logrado reducir los cortes de calles en un 50% solo en la Ciudad de Buenos Aires, según las estadísticas registradas hasta julio de 2024.
Por otro lado, Sandra Pettovello ha atacado la raíz del problema al enfrentar a los líderes piqueteros en los tribunales. Figuras como Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, están bajo la lupa por presunta extorsión a beneficiarios de planes sociales y administración fraudulenta. Estas acciones legales han debilitado la capacidad de los dirigentes para movilizar a grandes contingentes de personas, reduciendo la frecuencia e intensidad de las protestas.
Una Estrategia Integral para Recuperar las Calles
La combinación de estas tácticas ha comenzado a dar frutos, y las movilizaciones han disminuido notablemente en intensidad y frecuencia en comparación con los años anteriores. El protocolo antipiquetes de Bullrich ha sido fundamental para disuadir a los manifestantes, mientras que las acciones judiciales impulsadas por Pettovello han debilitado la estructura de poder que sostenía a las organizaciones piqueteras.
Un aspecto clave de esta estrategia ha sido la eliminación del poder de intermediación que tenían los dirigentes piqueteros sobre los beneficiarios de programas como el Potenciar Trabajo. Al quitarles el control sobre la distribución de estos planes, el gobierno ha logrado reducir el número de personas que participan en las movilizaciones, al mismo tiempo que implementaba la línea 134, habilitada por el Ministerio de Seguridad de la Nación, para que los ciudadanos denuncien extorsiones y abusos por parte de los líderes piqueteros.
La Lucha Cultural y el Nuevo Escenario Político
La batalla contra los piquetes no es solo una cuestión de seguridad; también es parte de la llamada “batalla cultural” que Javier Milei y su equipo han emprendido contra lo que consideran las hipocresías del kirchnerismo y otros movimientos progresistas en Argentina. Al controlar las calles y debilitar a las organizaciones piqueteras, el gobierno de Milei busca mostrar una imagen de orden y autoridad, diferenciándose de las administraciones anteriores.
En resumen, mientras Javier Milei se enfoca en destacar los logros de Patricia Bullrich, también es importante reconocer el papel crucial de Sandra Pettovello en esta estrategia. Juntas, estas dos figuras han logrado lo que parecía imposible: reducir los piquetes y devolver la paz a las calles de Argentina. Este éxito, sin embargo, plantea nuevos desafíos, ya que el gobierno deberá mantener esta tendencia mientras enfrenta las elecciones legislativas de 2025, un escenario en el que la estabilidad y el orden serán temas clave.