En un sorprendente desenlace, el economista libertario Javier Gerardo Milei se convierte en el presidente electo de Argentina tras derrotar a Sergio Massa en el balotaje con una amplia diferencia de más de 11 puntos, superando ampliamente los pronósticos que preveían un desenlace más ajustado. Milei asumirá su cargo en la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre, marcando un hito en la historia democrática del país a los 40 años de su recuperación en 1983.

Conocido como un verdadero “outsider” político, Milei emergió en el escenario público como economista y crítico de la “casta política”, ganando popularidad con su enfoque ultraliberal y peculiar estilo. Su ascenso meteórico lo llevó desde obtener una banca de diputado en 2021 hasta su victoria presidencial en una aventura política donde contó con escaso respaldo de dirigentes y una estructura improvisada.

En su discurso como presidente electo, Milei anunció el fin de los privilegios que, según él, empobrecían a la mayoría de los argentinos. Manifestó la necesidad de cambios drásticos, descartando gradualismos y medias tintas. Asumiendo la crítica situación económica del país, instó al gobierno saliente a asumir su responsabilidad hasta el final del mandato.

A pesar de su firme postura, Milei confirmó que se reunirá con el presidente Alberto Fernández para abordar la transición que se avecina. Posteriormente, frente a miles de seguidores, expresó su compromiso de responder a las expectativas de cambio depositadas en él durante su campaña.

El líder libertario, reconocido por su estilo encendido y su propuesta de dolarizar la economía, enfrenta ahora el desafío de cumplir con las esperanzas de aquellos que votaron masivamente por un cambio. En una jornada electoral incierta, Massa reconoció su derrota, anticipando que la transición deberá transmitir certezas al país.

El resultado del balotaje reflejó la preferencia del electorado por el cambio representado por Milei, superando la continuidad que encarnaba Massa, quien buscó desligarse de la gestión anterior sin éxito. El líder libertario ganó en la mayoría del país, destacándose en zonas como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, la Patagonia y el norte argentino. En la provincia de Buenos Aires, Massa ganó por un margen estrecho, una de las claves de su derrota.

Con solo 20 días de transición, Milei heredará un país con serias dificultades económicas y una situación social delicada, con alta inflación y un índice de pobreza que supera el 40%. Careciendo de gobernadores propios y mayorías en el Congreso, necesitará acuerdos para impulsar su agenda legislativa, enfrentando así un nivel de debilidad política inusual en la reciente historia argentina.

A pesar de las discusiones previas sobre posibles fraudes y fiscalización, el balotaje transcurrió sin incidentes significativos, con una participación electoral cercana a la de las elecciones generales. Con este escenario, la presidencia de Milei se presenta como un fenómeno inédito en la política argentina contemporánea.