Israel y la organización palestina Hamás llegaron este miércoles a un acuerdo de alto al fuego en la región de Gaza, que incluye un plan de liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos. El proceso constará de varias fases y representa un avance significativo en la búsqueda de una tregua en el conflicto que comenzó en octubre de 2023.
Detalles del conflicto y el acuerdo
El enfrentamiento inició el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó una incursión en el sur de Israel, dejando un saldo de 1.200 personas asesinadas y 250 secuestradas. Actualmente, quedan 33 rehenes vivos en manos de Hamás.
El acuerdo establece que estos 33 rehenes serán liberados de manera escalonada a cambio de 1.000 prisioneros palestinos detenidos en Israel. Según el gobierno israelí, los prisioneros liberados no incluirán a quienes participaron en el ataque inicial de octubre, sino a aquellos capturados durante la reciente ofensiva militar.
Fases de la liberación
La primera etapa del alto al fuego, que comenzará el 19 de enero, tendrá una duración de 42 días e incluirá la liberación progresiva de los rehenes:
- Primero: Mujeres civiles.
- Luego: Mujeres militares.
- Finalmente: Hombres mayores de 50 años y aquellos con problemas de salud.
En el primer día del acuerdo, tres rehenes serán liberados. Durante la primera semana, se sumarán cuatro más, y a partir de entonces, cada siete días, tres rehenes adicionales serán liberados. Los últimos 14 saldrán en la semana final de esta fase.
Preparativos en curso
El gabinete de Seguridad israelí aún debe aprobar el acuerdo en su totalidad, pero el gobierno de Benjamín Netanyahu ya está avanzando en los detalles logísticos. El presidente de Israel, Isaac Herzog, se reunió con Mirjana Spoljaric, titular del Comité Internacional de la Cruz Roja, para coordinar la operación. Herzog destacó “la máxima importancia y sensibilidad” de la misión.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue clave en las negociaciones y anunció oficialmente el alto al fuego. El acuerdo ha sido recibido con optimismo por mediadores internacionales, aunque el proceso de implementación será monitoreado de cerca debido a su complejidad y al delicado contexto político y militar de la región.