Las autoridades israelíes han confirmado que los niños Ariel y Kfir Bibas fueron asesinados por el grupo terrorista Hamas, según los análisis forenses realizados. En declaraciones del vocero militar Daniel Hagari, se destacó que los menores no murieron por impactos de bala, sino que fueron asesinados “con sus propias manos” por los milicianos. Hagari subrayó que este crimen refleja la brutalidad de los miembros de Hamas contra los civiles y la intensión de ocultar el asesinato. “Confirmamos que los Bibas fueron asesinados por los terroristas de Hamas, no con armas, sino a manos de los propios milicianos”, aseguró.
Este acto, calificado por Hagari como una ejecución “a sangre fría”, pone de manifiesto las atrocidades cometidas en este conflicto. La confirmación de la muerte de Ariel, de 10 meses, y su hermano Kfir, de 4 años, desmoronó la esperanza de que los niños pudieran ser liberados, ya que durante semanas se había especulado con la posibilidad de que estuvieran vivos como rehenes. El vocero también mencionó el intento de Hamas de cubrir el crimen, alterando la escena del asesinato.
El asesinato de los niños, que había sido comunicado por Hamas en el marco de la entrega de prisioneros, se produce después de que el grupo palestino asegurara que los restos incluían los de Shiri Bibas, madre de los niños. Sin embargo, las autoridades israelíes aclararon que el cuerpo que se presentaba como el de Shiri no correspondía a ella. En un mensaje de dolor, Ofri Bibas, tía de los menores, lamentó el destino de los niños y apeló al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que ayudara a traer de regreso a Shiri Bibas y finalizar la misión de recuperar a todos los rehenes.
Israel ha acusado a Hamas de violar el acuerdo de alto el fuego al no devolver a Shiri Bibas, y en su lugar, presentar un cadáver no identificado. El caso de los Bibas ha sido emblemático de las graves violaciones cometidas por el grupo terrorista durante el conflicto.