En la mañana de este viernes, un suceso poco común estremeció la tranquila Costa Este de Estados Unidos: un terremoto de magnitud 4,8 grados sacudió la región, impactando especialmente la bulliciosa ciudad de Nueva York y extendiéndose hacia Filadelfia, Nueva Jersey, Connecticut y Boston. Este fenómeno sísmico, poco habitual en esta parte del país, ha generado una serie de evaluaciones y respuestas para comprender su impacto y garantizar la seguridad de la población y la infraestructura.
El epicentro de este terremoto se localizó cerca de Lebanon, Nueva Jersey, según los informes proporcionados por el Servicio Geológico de Estados Unidos, marcando el tiempo a las 10:23 hora local (11:30 hora argentina). A pesar de que, hasta el momento, no se han reportado víctimas directas, las autoridades están llevando a cabo una minuciosa revisión de la infraestructura crítica de la zona. Este análisis incluye la inspección de autopistas, puentes, túneles, sistemas de transporte público como el metro, así como aeropuertos, con el objetivo de detectar posibles daños estructurales provocados por el movimiento telúrico.
Los terremotos en la Costa Este de Estados Unidos son extremadamente raros, siendo el último de notoria magnitud registrado en 2011 en Virginia. En respuesta al terremoto actual, varios aeropuertos emitieron alertas y detuvieron sus operaciones aéreas temporalmente para garantizar la seguridad de los vuelos y pasajeros.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, expresó que este terremoto es uno de los más grandes experimentados en la Costa Este y ha destacado la importancia de tomar medidas serias y efectivas en términos de evaluación y control. Equipos de ingenieros y especialistas gubernamentales están dedicando esfuerzos para supervisar la integridad de puentes, túneles, el sistema de metro, trenes y aeropuertos. Además, se han coordinado acciones con las compañías de servicios como gas y electricidad para asegurar que no haya interrupciones importantes en estos servicios esenciales.
El presidente Joe Biden, informado sobre la situación, ha desplegado equipos especializados para monitorear posibles impactos y coordinar la respuesta con autoridades locales y federales. Esta colaboración multidisciplinaria busca garantizar una respuesta eficaz y una recuperación adecuada ante este evento sísmico excepcional en la Costa Este de Estados Unidos.