La seguridad se ha convertido en la principal preocupación en la campaña electoral en Santa Fe, donde el récord de homicidios en Rosario y los problemas en las cárceles de la provincia han generado tensiones. Sin embargo, la confrontación entre Carolina Losada y Maximiliano Pullaro, ambos candidatos de Unidos para Cambiar Santa Fe para la gobernación, ha puesto el tema de la seguridad en el campo de la oposición. En medio de este escenario, se llevarán a cabo las elecciones primarias (PASO) este domingo en Santa Fe, y se ha intensificado el operativo de seguridad debido a las amenazas y balaceras de bandas narcotraficantes contra escuelas en Rosario.

El ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Brilloni, ha informado que se desplegarán 5.808 policías para resguardar los centros de votación y los centros de datos. Además, se implementarán patrullajes en las adyacencias de las escuelas amenazadas para garantizar la seguridad durante las elecciones.

Mientras tanto, la confrontación entre Losada y Pullaro transcurre aparte del creciente problema de la violencia en las escuelas, que llevó a los docentes de Rosario a realizar un paro en junio. Ambos candidatos han denunciado campañas sucias en su contra, pero la discusión política no ha abordado de manera significativa los problemas de seguridad que afectan a la provincia.

Unidos para Cambiar Santa Fe, una coalición conformada por el radicalismo, el PRO, el Partido Socialista y otros partidos, lidera las encuestas en comparación con Juntos Avancemos, la expresión del peronismo en la provincia. Sin embargo, existen tensiones y resentimientos dentro de la coalición, especialmente entre Pullaro y Julián Galdeano, el armador de la candidatura de Losada. El futuro de la interna en el frente de la oposición es incierto y genera preocupación sobre sus efectos posteriores a las elecciones.

A pesar de la confrontación entre Losada y Pullaro, la interna del peronismo en Santa Fe transcurre sin mayores conflictos y ya se han expresado declaraciones a favor de la unidad. El gobernador Omar Perotti y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, son los principales destinatarios de las críticas por la crisis de seguridad en la provincia.

En medio de esta situación, las elecciones del domingo se desarrollarán en un clima de temor y preocupación por la seguridad, así como de demanda de soluciones. El resultado de los comicios tendrá un impacto significativo en el futuro político de la provincia y en la gestión de la seguridad en Santa Fe.