Los últimos registros económicos recogidos tanto por el Gobierno como por consultoras privadas no logran ofrecer un panorama claro: a estas alturas del año, nadie puede afirmar con certeza cuál será la forma de la tan ansiada recuperación económica en Argentina. Las expectativas iniciales sobre una reactivación en “V corta” han quedado desfasadas, mientras que la metáfora de la “pipa de Nike” parece más factible, aunque incluso en ese escenario hay serias dudas sobre la velocidad de la mejora.
Los datos recientes del Indec mostraron un crecimiento del 1,7% en comparación con junio, pero las estimaciones para agosto son menos alentadoras. Consultoras como Orlando Ferreres y Equilibra coinciden en señalar una caída en la actividad durante ese mes, lo que sugiere que la economía no ha logrado salir de la recesión con la rapidez esperada.
¿Se reactivará el consumo?
El consumo masivo sigue mostrando signos de debilidad. Las ventas en supermercados permanecen entre un 18% y 19% por debajo del nivel registrado en septiembre del año pasado, según datos de la consultora Scentia. A pesar de una cierta estabilización desde abril, no se ha observado una mejora intermensual significativa, lo que mantiene el calificativo de “flojo” entre los empresarios del sector.
La situación en fábricas y supermercados
Los fabricantes de alimentos coinciden en que la producción de productos de la canasta básica ha dejado de caer, con algunas señales de mejora en la demanda de productos esenciales como arroz, fideos y harinas. Sin embargo, en productos no básicos, como bebidas, snacks y congelados, no hay indicios de recuperación. Las promociones y descuentos han sido las principales estrategias de las empresas para intentar estimular las ventas en estos rubros.
Por otro lado, los supermercadistas también ven una ligera mejora en productos de bajo costo y marcas propias, aunque aún no se puede hablar de una recuperación general en las ventas.
Estabilidad del dólar e inflación: Factores que alivian, pero no resuelven
La reciente estabilidad cambiaria ha calmado parte de la ansiedad en el sector empresarial, al reducir los temores sobre la falta de insumos importados. Sin embargo, todos coinciden en que el mercado interno sigue siendo incierto. Aunque la inflación ha mostrado una desaceleración, las prioridades de los consumidores se han modificado, centrándose ahora en la recuperación de la actividad económica como la principal preocupación, según consultoras como Consultatio.
Desgaste en la confianza y encuestas desalentadoras
Dos encuestas recientes, de la Universidad de San Andrés y la Universidad Torcuato Di Tella, reflejan un creciente pesimismo entre los consumidores, lo que ha impactado en la percepción pública sobre el gobierno. La recesión, junto con la inflación, sigue erosionando la confianza en que la recuperación económica será rápida o lineal.
Conclusión
A pesar de algunos signos de estabilidad en ciertos sectores, la economía argentina continúa enfrentando grandes desafíos. El consumo no se ha reactivado de manera generalizada y la confianza en una pronta recuperación sigue disminuyendo. Con el horizonte electoral a la vista, el gobierno enfrenta el reto de generar un impulso económico sostenido que, hasta ahora, parece esquivo.