El Departamento de Trabajo de Estados Unidos informó que la inflación al consumo a 12 meses de enero se situó en el 3,1%, comparado con el 3,4% de diciembre. Esta cifra, inferior a las expectativas de los analistas que preveían un aumento del IPC alrededor del 2,9%, sugiere que la posibilidad de una disminución de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) podría retrasarse, generando expectativas en los mercados.

Los expertos señalan que Jerome Powell, presidente de la Fed, parece inclinado a esperar mediciones con baja inflación antes de flexibilizar la política de tasas. Además, se destaca la importancia del índice de inflación PCE, cuyos datos se revelarán el 29 de febrero.

El posible efecto “flight to quality” en el mercado argentino también se discute. Joel Lupieri de Epyca Consultores sugiere que si las tasas se mantienen altas en Estados Unidos, los inversores podrían preferir prestar al Tesoro estadounidense, generando una salida de posiciones riesgosas locales hacia activos más seguros. Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, advierte que el aumento del IPC en EE. UU. incrementa las probabilidades de que las tasas se mantengan altas, afectando los flujos de fondos y valuaciones de activos locales.

A pesar de estos factores externos, se destaca que Argentina tiene desafíos internos a superar. El economista Christian Buteler subraya que, aunque la situación en EE. UU. puede tener impacto en los activos locales, la evolución de la economía y la política nacional sigue siendo prioritaria.

Aunque las políticas de tasas de la Fed pueden influir en la valuación de los activos argentinos a futuro, los analistas enfatizan la importancia de los factores internos en la dinámica de los activos locales. En resumen, mientras los eventos globales son relevantes, la atención se centra en la situación interna de Argentina para determinar el curso de sus activos financieros.