Con una gran pancarta que advertía: “La vuelta a la guerra es la vuelta de vuestros prisioneros en ataúdes”, Hamás entregó este jueves los cuerpos de cuatro rehenes israelíes en el marco de la primera fase del acuerdo de alto el fuego con Israel. Esta entrega se realizó en un clima de máxima tensión y con la mirada atenta de la comunidad internacional, mientras el tiempo para extender la tregua se agota y las negociaciones no avanzan.
La liberación de los cuerpos forma parte de un acuerdo entre Israel y Hamás para la entrega de 33 rehenes, de los cuales ocho han sido confirmados como fallecidos. Como parte de esta primera fase, se espera que el fin de semana sean liberados seis rehenes vivos y, el próximo jueves, se entreguen otros cuatro cuerpos sin vida. Con ello, se dará por concluida la primera etapa del acuerdo de tregua, que finalizará el 1 de marzo si no se logra una extensión.
Los cuerpos llegan a Israel
A las 11:47 hora local (9:47 GMT), el Ejército de Israel confirmó que los vehículos con los ataúdes de los rehenes habían cruzado la frontera y ya se encontraban en territorio israelí.
“Hace poco, fuerzas de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y la Agencia de Seguridad Interior (Shin Bet) introdujeron los ataúdes de los cuatro rehenes fallecidos a través de la frontera hacia Israel, y están siendo llevados al Instituto Nacional de Medicina Forense para pasar un proceso de identificación”, detalló un comunicado castrense.
El Ejército también informó que representantes de las fuerzas armadas estaban acompañando a los familiares de los fallecidos. La Policía israelí transmitió en vivo el trayecto de la comitiva fúnebre por las carreteras rumbo a Tel Aviv, donde se realizará la identificación de los cuerpos, un proceso que podría tardar entre algunas horas y dos días.
Los cuerpos corresponden, según Hamás, a tres miembros de la familia de ascendencia argentina y peruana Bibas: Shiri Silberman Bibas y sus dos hijos, Ariel y Kfir, de cuatro años y nueve meses respectivamente, además de Oded Lifshitz. Todos fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023 durante el asalto de los milicianos palestinos al kibutz Nir Oz, un ataque en el que casi 1.200 personas murieron y otras 251 fueron secuestradas dentro del territorio israelí.
Antes de la salida de los cuerpos de Gaza, el Ejército israelí realizó una pequeña ceremonia dentro del enclave tras recibir los ataúdes de manos de la Cruz Roja, con la presencia de miembros de la familia de los rehenes fallecidos. Según el diario Haaretz, las fuerzas armadas escanearon los ataúdes para asegurarse de que las cerraduras pudieran abrirse correctamente en el centro forense.
Una entrega con puesta en escena de Hamás
La entrega de los cuerpos estuvo marcada por una fuerte carga simbólica y mediática. Hamás organizó un acto en el que exhibió los ataúdes sobre un escenario, junto a una pancarta con imágenes de los fallecidos y un mensaje en el que acusaba a Israel de su muerte. En el mismo escenario se exhibieron cohetes con la inscripción: “Bombas de EE.UU.”, en una clara referencia al apoyo militar estadounidense a Israel.
La Cruz Roja, que participó en la entrega, había solicitado que el intercambio se realizara con respeto y discreción. “Pedimos una vez más que todas las liberaciones se lleven a cabo en privado y de una manera digna, incluso cuando afectan a fallecidos”, reiteró la organización en un comunicado. Sin embargo, la exposición pública de los ataúdes por parte de Hamás fue vista por Israel como un acto de provocación.
Netanyahu: “Un día de luto”
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se pronunció sobre la entrega de los cuerpos y la calificó como un día de profundo dolor para el país.
“Será un día muy difícil. Un día de luto en el que recuperamos a cuatro de nuestros queridos rehenes caídos”, afirmó Netanyahu. “Estamos decididos a garantizar que algo así no vuelva a ocurrir”, añadió el líder israelí, reiterando su compromiso con la seguridad del país y con la liberación de los rehenes que aún permanecen en Gaza.
El Ejército israelí organizó una breve ceremonia con la presencia de un rabino inmediatamente después de recibir los cuerpos. Posteriormente, los cadáveres fueron colocados en ataúdes envueltos en la bandera israelí y trasladados al Instituto Forense Abu Kabir en Tel Aviv para su identificación e investigación, un procedimiento que podría extenderse hasta 48 horas.
La primera fase del acuerdo llega a su fin
Con esta entrega, el proceso de liberación de los primeros 33 rehenes está cerca de concluir. Se espera que en los próximos días Hamás libere a seis rehenes vivos y, posteriormente, entregue otros cuatro cuerpos sin vida. Sin embargo, las expectativas sobre una posible extensión del alto el fuego son cada vez menores, ya que las negociaciones entre ambas partes no han mostrado avances significativos.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, una organización que representa a los familiares de los secuestrados, expresó su profundo dolor ante la noticia:
“No eran solo nombres, eran personas queridas, con familias que les apreciaban, con sueños y futuros que les fueron robados. Lloramos no solo por ellos, sino también por los otros cuatro rehenes fallecidos que serán devueltos la próxima semana”, señalaron en un comunicado.
El saldo del conflicto y la incertidumbre sobre el futuro
Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre, el número de muertos en el enclave palestino ha superado los 48.000, según cifras oficiales. Sin embargo, estudios científicos independientes sugieren que la cifra real podría ser aún mayor.
Tras la finalización de la primera fase del acuerdo de alto el fuego y la entrega de los 33 rehenes comprometidos, quedarán aún 65 secuestrados en manos de Hamás. La organización palestina ha propuesto su liberación en un único intercambio si se acuerda una segunda fase del cese al fuego, pero hasta el momento las conversaciones no han logrado avances.
Mientras tanto, el tiempo para negociar se agota y la posibilidad de una reanudación de las hostilidades crece con cada día que pasa. Israel ha dejado claro que, de no haber avances en las negociaciones, reanudará sus operaciones militares en Gaza una vez concluido el plazo de la tregua.
Con la guerra aún en curso y la incertidumbre sobre el destino de los rehenes restantes, la entrega de estos cuerpos ha sido un recordatorio del alto costo humano del conflicto y de la necesidad urgente de encontrar una solución duradera para la crisis en la región.