En los últimos días, Guillermo Francos, ministro del Interior del gobierno de Javier Milei, ha mostrado actividad en diversas reuniones con gobernadores, funcionarios y hasta con la vicepresidenta Victoria Villarruel, según lo evidenciado en sus redes sociales.
Durante un encuentro con el mandatario de Chubut, el macrista Ignacio Torres, se abordaron temas relacionados con la actividad pesquera y se acordaron modificaciones en la ‘Ley ómnibus’. También, con el representante de Tucumán, Osvaldo Jaldo, se discutió sobre la industria azucarera y el impuesto a las Ganancias. Estos encuentros tuvieron lugar el jueves.
No obstante, horas antes de estas reuniones, el vocero presidencial, Manuel Adorni, negaba versiones sobre posibles internas en el gabinete que pudiesen derivar en la renuncia de Francos. En este sentido, Adorni afirmó que tales rumores eran “totalmente falsos”. Las publicaciones de Francos en sus redes intentarían mostrar su firmeza en el cargo, aunque es evidente el desgaste político del ministro, especialmente cuando el presidente ha optado por reducir la negociación política.
Se evidencia un distanciamiento de Francos con el círculo íntimo del Gobierno, compuesto por Milei, su hermana Karina, el jefe de Gabinete Nicolás Posse y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Este distanciamiento fue reconocido por el propio ministro del Interior en conversaciones privadas, evidenciando que sus promesas deben ser validadas por una unidad política superior.
A pesar de las negaciones de Adorni, las tensiones internas en el gobierno de Milei son palpables. A Francos se le estaría responsabilizando por no haber convencido a los gobernadores, por distintos medios, para asegurar los votos que permitan la aprobación del paquete de reformas y la delegación de facultades durante enero.
Surgen señalamientos hacia el jefe de Gabinete, acusado de avivar la animosidad en torno al supuesto fracaso de Francos. También se apunta al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, aunque su mandato tiene duración de un año y no puede ser destituido mediante decreto como Francos.
En este escenario, surge la versión de que Mauricio Macri busca la destitución de Francos para reemplazarlo por Diego Santilli. Según La Política Online, Macri pretende que Santilli ocupe el cargo del ministro del Interior, debido a la supuesta ineficacia de Francos en las negociaciones y su ausencia en reuniones importantes, lo cual generó rumores en Córdoba y en sectores del Ejecutivo de Martín Llaryora.
La eventual incorporación de Santilli como reemplazo de Francos plantearía interrogantes sobre los cambios en la dinámica del Gobierno. Sin embargo, para mejorar la situación actual, Santilli debería tener mayor influencia en el círculo íntimo de Milei, algo que, en principio, parece poco probable.
Esta situación plantea la necesidad de una mayor consideración por parte del Presidente en cuanto a la importancia de las negociaciones políticas, más allá de la legitimidad otorgada por los votos. Es una lección que se ha aprendido con la aprobación de paquetes fiscales y endeudamientos, algo que parece ser una preocupación en la Casa Rosada.