Mientras los gremios aeronáuticos se preparan para una reunión clave en la sede de Aerolíneas Argentinas este viernes, el Gobierno de Javier Milei endurece su postura al anunciar la privatización de la aerolínea de bandera. El secretario de Transporte, Franco Mogetta, fue contundente al anticipar que si no se llega a un acuerdo con los empleados para gestionar la compañía, se procederá a su cierre definitivo: “Aerolíneas Argentinas no recibirá más el financiamiento del Estado, que durante el kirchnerismo costó US$ 8.000 millones”.
En paralelo, el Gobierno, a través de su vocero Manuel Adorni, informó la desregulación del servicio de rampas en los aeropuertos, buscando poner fin al “monopolio” de Intercargo, y habilitó a las fuerzas de seguridad para realizar tareas operativas en situaciones de emergencia. Esta medida surge tras las protestas gremiales que causaron demoras y cancelaciones de vuelos, en medio de un clima de alta tensión que no parece amainar.
Conflicto gremial y privatización en el horizonte
El anuncio de Mogetta dejó en claro que Aerolíneas Argentinas transitará un camino hacia la privatización o el cierre. Según el funcionario, “hoy es un día bisagra para definir si se puede acordar una transición ordenada o si iniciaremos el proceso de clausura de la compañía”. En un tono desafiante, Mogetta agregó que Intercargo ya está en proceso de privatización y que otras áreas estratégicas seguirán ese camino.
Por su parte, Edgardo Llano, titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), desmintió las acusaciones del Gobierno sobre presuntos “secuestros de pasajeros” y aseguró que la retención de equipajes fue la única medida tomada. Además, calificó las declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como “mentiras destinadas a justificar la represión”.
Reuniones clave y riesgo de nuevas protestas
Esta tarde, los gremios APLA, AAA y APA se reunirán en la sede de Aerolíneas Argentinas para retomar negociaciones salariales interrumpidas por el conflicto. La tensión se acrecienta ante la amenaza del Gobierno de no reanudar el diálogo mientras continúen las medidas de fuerza.
Pese a la predisposición al diálogo manifestada por Juan Pablo Brey de AAA y Pablo Biró de APLA, la posibilidad de que se retomen las protestas está latente. Los sindicatos consideran que las medidas del Gobierno son un ataque directo al derecho a la huelga y una estrategia para desarticular la organización sindical en el sector.
Desregulación y uso de fuerzas de seguridad en aeropuertos
En un intento por neutralizar futuras protestas, el Gobierno oficializó una resolución que permite a las fuerzas de seguridad tomar control de los servicios de rampa en caso de medidas gremiales que afecten las operaciones. “No permitiremos que los pasajeros sean tomados como rehenes por extorsiones sindicales”, afirmó Adorni. La medida también busca abrir el mercado para que operadores privados ofrezcan servicios de handling, poniendo fin al monopolio de Intercargo.
El comunicado oficial destacó que con la desregulación se busca “incorporar nuevos actores al mercado” y asegurar la continuidad de los servicios aéreos para los pasajeros, quienes han sufrido las consecuencias de repetidos paros en los últimos meses.
Un futuro incierto para Aerolíneas Argentinas
Con un panorama complejo, el destino de Aerolíneas Argentinas parece depender del resultado de las próximas horas. Si no se llega a un acuerdo con los gremios, el Gobierno está dispuesto a avanzar con la privatización o el cierre definitivo de la compañía. En cualquier caso, la confrontación entre el Ejecutivo y los sindicatos aeronáuticos augura un período de alta conflictividad que podría afectar tanto a los pasajeros como al personal de la aerolínea y sus subsidiarias.
Las próximas reuniones serán determinantes para definir el futuro del transporte aerocomercial en Argentina y el alcance de las reformas impulsadas por la gestión de Milei, que busca quebrar el poder de los sindicatos y transformar radicalmente el sector aéreo en el país.