El Gobierno nacional ha delineado un enfoque contundente frente a las movilizaciones convocadas por los piqueteros, anunciando medidas estrictas para mantener el orden durante las manifestaciones. En la reunión de Gabinete encabezada por el Presidente, se planteó un abordaje decidido frente a las protestas, confirmando la aplicación de un protocolo ante la jornada de manifestación prevista.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó el plan elaborado para la marcha, considerada como una prueba fundamental. El objetivo es que la postura gubernamental refleje coherencia con las promesas de la administración y las medidas de campaña de Javier Milei.

El Gobierno ha reiterado su postura inflexible ante las manifestaciones, sin considerar solicitudes de reunión de organizaciones de izquierda o amenazas acompañadas por abogados. Se ha enfatizado que se mantendrá un enfoque de tolerancia cero hacia comportamientos violentos o fuera de la ley durante las protestas.

Aunque no se abordó directamente, Milei expresó su respaldo a Bullrich y a todo lo mencionado en la reunión. El foco principal está en restablecer el orden y garantizar la seguridad pública. Se destacó el nivel de desinversión en equipamiento de seguridad durante el gobierno anterior, lo que ha supuesto un desafío adicional para las fuerzas federales.

Se ha enfatizado la aplicación rigurosa de la ley, con medidas que incluyen la rápida identificación de manifestantes que bloqueen calles mediante tecnología de reconocimiento facial. El Gobierno pretende quitar beneficios sociales a quienes participen en actos de esta índole y garantizar que aquellos detenidos no sean liberados inmediatamente, trabajando en coordinación con sectores judiciales para lograrlo.

A nivel operativo, se han coordinado acciones entre las fuerzas de seguridad federales y las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el enfoque en la provincia es diferente, ya que el gobernador Kicillof ha expresado que no se detendrá a los manifestantes, considerando que el protocolo antipiquetes excede los límites democráticos establecidos.

A pesar de la premisa de garantizar el derecho a la protesta, el Gobierno enfatiza que este no debe colisionar con el derecho a la libre circulación. Ante la expectativa de una gran cantidad de manifestantes, se plantean desafíos sobre cómo llevar a cabo las protestas sin afectar el tráfico, aunque no se han proporcionado detalles específicos al respecto.