La premier italiana, Giorgia Meloni, ha puesto en marcha un plan para enfrentar el creciente flujo de migrantes que atraviesan el Mediterráneo. Durante la primera Conferencia Internacional sobre Migración y Desarrollo en Roma, Meloni instó a líderes de países de la orilla sur del Mediterráneo, Oriente Medio, países de la UE, el Sahel y el Cuerno de África, así como a instituciones europeas e internacionales, a abordar conjuntamente el problema migratorio.
El plan de Meloni incluye medidas para endurecer las fronteras, facilitar deportaciones y establecer un nuevo enfoque para la inmigración laboral. Se emitirán 425,000 permisos de trabajo a ciudadanos de países no pertenecientes a la UE entre este año y 2025 para cubrir vacantes en sectores como construcción y turismo.
Meloni destacó que Italia y Europa necesitan inmigración, pero deben gobernarla adecuadamente y no premiar la entrada ilegal. Subrayó la importancia de una colaboración amplia para contrarrestar a los traficantes y apoyar el desarrollo en África para abordar las causas profundas de la migración.
Con este lanzamiento del “proceso de Roma”, Italia asume un liderazgo indiscutible en materia migratoria y busca establecer un ejemplo para el resto de Europa. Se prevé la creación de un fondo complementado con donaciones y proyectos estratégicos para invertir en agricultura, energía, infraestructura, educación y agua, con el objetivo de favorecer el desarrollo en los países africanos de origen de los migrantes.
Sin embargo, a pesar de esta iniciativa, Meloni enfrenta un panorama desafiante con la llegada de miles de migrantes a las costas de Italia y otros países ribereños del Mediterráneo. La lucha contra la inmigración ilegal y la búsqueda de soluciones estructurales requieren una colaboración continua y un enfoque sostenible para enfrentar este complejo desafío migratorio.