Gerardo Werthein, reconocido empresario y hasta ahora embajador en Washington, jura hoy como ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina. Su asunción llega en un momento crítico para la diplomacia argentina, con una agenda externa que prioriza la relación con Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, y que se marca por eventos de gran relevancia geopolítica y económica.
La asunción y los primeros desafíos
Werthein fue convocado de manera urgente tras la salida de la ex canciller Diana Mondino, quien dejó el cargo en medio de tensiones internas y diferencias en la orientación diplomática. Hoy, a las 18:30, el presidente Javier Milei le tomará juramento en un evento en el Salón Blanco de la Casa Rosada, al que asistirán ministros del gabinete, diplomáticos y familiares del nuevo canciller. Con un ojo puesto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán este martes, Werthein deberá delinear el perfil de su gestión con un enfoque estratégico hacia Washington, Tel Aviv y Bruselas.
Estados Unidos y las elecciones de Trump vs. Harris
El escenario electoral estadounidense representa un factor determinante para la política exterior de Milei, que se ha comprometido a mantener un alineamiento con Estados Unidos. Un triunfo del republicano Donald Trump podría implicar una sinergia ideológica con el presidente argentino, ya que ambos mandatarios comparten posiciones en temas económicos, diplomáticos y de seguridad. Los analistas sugieren que un regreso de Trump a la Casa Blanca facilitaría, por ejemplo, las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un tema prioritario para el gobierno de Milei en su intento por atraer dólares frescos y estabilizar las reservas del Banco Central. La afinidad entre Trump y Milei podría facilitar un acuerdo de asistencia económica que impulse la política de desregulación que el gobierno argentino busca implementar en el corto plazo.
En cambio, una victoria de la candidata demócrata Kamala Harris podría mantener una política exterior estadounidense más alineada con los intereses de la administración Biden, lo que implicaría un enfoque menos ideológico y más pragmático en la relación bilateral. Werthein, quien conoce de cerca el sistema político estadounidense tras su paso como embajador en Washington, deberá adaptarse a cualquiera de los resultados y ajustar su enfoque para garantizar que el vínculo con Estados Unidos siga siendo un pilar de la política exterior argentina.
La cumbre del G20 y la visita de Macron
La diplomacia de Werthein tendrá su primer examen internacional en la cumbre del G20, que se celebrará en Río de Janeiro el 18 y 19 de noviembre. En este encuentro, Milei tendrá la oportunidad de fortalecer las relaciones con líderes internacionales y presentar la visión de su administración para el futuro de Argentina en el contexto global. La cumbre también podría ser un espacio para avanzar en las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, tema en el que Werthein tendrá un rol decisivo.
Un evento clave en la agenda inmediata es la visita del presidente francés Emmanuel Macron, programada para mediados de noviembre. Esta visita simboliza un esfuerzo por fortalecer los lazos con Europa y podría abrir una nueva etapa en las relaciones franco-argentinas. La diplomacia argentina ha señalado la necesidad de mantener una relación equilibrada entre el acercamiento a Estados Unidos y el fortalecimiento de sus vínculos con la Unión Europea, con quienes las conversaciones por el acuerdo Mercosur-UE han sido desafiantes. Werthein también deberá gestionar la llegada de Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia, lo cual refuerza el enfoque en Europa como socio estratégico para la Argentina.
Reestructuración en la Cancillería y alineación con la “doctrina libertaria”
Uno de los principales cambios que Werthein planea implementar en el Ministerio de Relaciones Exteriores es una reestructuración interna de los cargos y un rediseño del equipo diplomático. Este cambio responde a la necesidad de ajustar la Cancillería a los lineamientos ideológicos que el presidente Milei busca imponer en la política exterior argentina. Bajo la nueva administración, se exigirá a los funcionarios del Servicio Exterior pasar por un proceso de evaluación para asegurar que sus valores y posiciones estén en sintonía con la “doctrina libertaria” del gobierno, la cual rechaza la Agenda 2030 de la ONU y busca un alineamiento pleno con Estados Unidos e Israel.
Werthein trabajará codo a codo con Eduardo Bustamante, vicecanciller y figura destacada en la estructura de la Cancillería. No obstante, la continuidad de Bustamante no está completamente garantizada, ya que en las últimas semanas se ha llevado a cabo una investigación en la Casa Rosada sobre su rol en una reciente votación de Argentina en la ONU en contra del embargo estadounidense a Cuba, lo cual generó tensiones entre el Ministerio y el entorno de Mondino.
El nuevo canciller se ha propuesto formar un equipo de diplomáticos con experiencia técnica y afinidad ideológica, lo que podría derivar en una reestructuración del organigrama del Ministerio. Actualmente, la Cancillería cuenta con cinco grandes secretarías, como la de Relaciones Exteriores, Relaciones Económicas Internacionales y Asuntos de Malvinas. Werthein y Milei consideran ajustar estas áreas para cumplir con los objetivos de política exterior establecidos por el gobierno.
Relaciones con China y el futuro incierto
Un aspecto sensible en la agenda de Werthein será la relación con China, un socio clave en términos económicos, pero cuya influencia geopolítica es vista con cautela por el actual gobierno. Milei ha expresado en varias ocasiones su preferencia por priorizar la relación con Estados Unidos, lo que podría traducirse en una política de “desenfriamiento” en las negociaciones con Beijing. Si bien Argentina ha logrado importantes acuerdos comerciales con China, el acercamiento a Washington podría complicar esta relación en el mediano plazo.
Se especula que Milei y Werthein aún podrían mantener la agenda abierta para un posible viaje a Asia en 2025, en el que el presidente se reuniría con Xi Jinping, líder chino, con el fin de renegociar los términos de la relación bilateral. Sin embargo, la continuidad de esta cooperación dependerá de cómo evolucione el alineamiento estratégico de Argentina con Estados Unidos y el impacto de la elección presidencial estadounidense.
Expectativas para la política exterior de Argentina
La asunción de Werthein marca una nueva etapa para la Cancillería, en la que Argentina busca fortalecer su papel en el sistema internacional en función de una agenda ideológica clara y orientada a los intereses geopolíticos de sus principales aliados. La agenda inmediata de Werthein lo coloca en el centro de eventos internacionales de gran relevancia y de visitas diplomáticas de alto perfil, las cuales ofrecerán la oportunidad de consolidar la nueva orientación de la política exterior argentina.
La presencia de Werthein en la Cancillería podría traer estabilidad y claridad en un momento en el que la diplomacia argentina ha atravesado cambios internos y externos de manera continua. Con desafíos como la consolidación de un acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, la redefinición de las relaciones con China y la alineación estratégica con Estados Unidos e Israel, el nuevo canciller asume uno de los roles más exigentes y expuestos de su carrera, con la expectativa de contribuir al fortalecimiento del posicionamiento internacional de Argentina bajo la administración de Milei.