Los resultados definitivos de la primera vuelta de las elecciones legislativas del domingo reflejan una Francia profundamente dividida y difícilmente reconciliable. A pesar del triunfo de Marine Le Pen y su Reagrupamiento Nacional, la segunda vuelta del próximo domingo no está asegurada para ellos. Deberán atraer a un electorado que comienza a preocuparse por las consecuencias de su voto de protesta.
El registro de candidatos para el balotaje vence este martes, dando inicio a un intenso periodo de negociaciones políticas. Los partidos buscan evitar que aquellos que llegaron terceros, con más del 12,5% de los votos y derecho al balotaje, se presenten, para así construir una “barrera republicana” contra la ultraderecha y evitar que el lepenismo llegue al palacio de Matignon con un primer ministro.
El Ministerio del Interior comunicó los resultados finales de la primera vuelta: Reagrupación Nacional, aliado con Éric Ciotti, obtuvo el 33,1% de los votos; el Nuevo Frente Popular, que agrupa a socialistas, comunistas, ecologistas y la Francia Insumisa, consiguió el 27,99%; y el campo presidencial obtuvo el 20%. La participación fue del 66,71%, significativamente mayor que en las elecciones de 2022.
En esta primera vuelta, 75 diputados fueron elegidos: 38 de Reagrupación Nacional, 32 del Nuevo Frente Popular, 2 de Ensemble, 1 de los Republicanos conservadores y 2 de la derecha diversa. La mayoría absoluta en la Asamblea Nacional requiere 289 diputados, dejando a Reagrupación Nacional lejos de la meta por ahora.
Marine Le Pen, a pesar de la celebración, reconoció que “nada está ganado aún”. Su partido esperaba acercarse más a una mayoría absoluta, lo cual ahora parece incierto. En su escaño en Hénin-Beaumont, Le Pen logró una victoria contundente con más del 50% de los votos, evitando así una segunda vuelta.
Jordan Bardella, su lugarteniente, afirmó que no formará un gobierno minoritario que podría ser fácilmente derrocado. Le Pen, por su parte, se mantendrá al margen, preparándose para una posible candidatura presidencial en 2027.
A pesar de las críticas y el pasado polémico del partido, Le Pen y Bardella han logrado atraer a votantes descontentos con el alto costo de vida y la falta de servicios públicos en comunidades rurales y pequeñas ciudades. Bardella, con su imagen moderna y manejo de las redes sociales, ha ganado el apoyo de mujeres y jóvenes votantes.
La campaña electoral francesa sigue siendo seguida de cerca por Rusia, con implicaciones internacionales significativas, especialmente en lo referente al conflicto en Ucrania. Bardella ha declarado su intención de bloquear el suministro de armas a Ucrania si llega a ser primer ministro.
Francia enfrenta ahora un camino impredecible, con un futuro político incierto y la posibilidad de un parlamento sin mayoría estable.
Fuente: EuroNews
