El debate parlamentario sobre el auxilio a los endeudados con créditos UVA ha dejado al descubierto la profunda fractura interna en Juntos por el Cambio. Los votos en contra y las abstenciones, en su mayoría provenientes del bloque legislativo de JxC, reflejan la magnitud de la división. Sin embargo, lo más revelador no son solo las cifras de la votación, sino el hecho de que el principal impulsor de la ley haya sido Julio Cobos, un radical que ya había manifestado sus discrepancias respecto al diseño del programa de créditos UVA durante la gestión macrista.
La polémica se ha prolongado hasta el día de hoy, con críticas públicas de figuras como Lucas Llach, ex vicepresidente del Banco Central. Las posturas divergentes giran en torno a si se debe subsidiar a un grupo social que, según algunos, no lo merece y la demora en derogar la ley de alquileres, también impulsada por diputados de la UCR.
El debate refleja las diferencias de visión sobre el mercado inmobiliario y la responsabilidad del Estado, así como sobre cuestiones fundamentales de la agenda económica. La discrepancia sobre el cepo cambiario y el ajuste fiscal son temas que también han generado tensiones en la coalición opositora. Mientras algunos plantean la necesidad de un mercado libre de divisas y la reducción de impuestos, otros consideran que es necesario aplicar retenciones y realizar ajustes en el gasto público.
El resultado de la votación ha generado más divisiones en Juntos por el Cambio, con críticas a aquellos que consideran que se está subsidiando a un grupo que se benefició de la devaluación y la disminución de la deuda en términos de dólares.
En resumen, el debate sobre los créditos UVA ha expuesto las profundas diferencias internas en Juntos por el Cambio, revelando discrepancias en temas económicos y de política pública. Estas divisiones podrían complicar la cohesión del bloque en caso de que lleguen al poder.