El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reducido drásticamente su pronóstico para la economía argentina, anticipando una recesión del 2,5% para este año, mientras que en abril estimaba un crecimiento del 0,2%. Sin embargo, hay una leve mejora en las proyecciones para 2024, donde se espera un crecimiento del 2,8%, en comparación con el 2% estimado anteriormente.

En cuanto a la inflación, el FMI prevé que podría llegar al 120% para este año, frente al 88% calculado tres meses atrás. Si bien es un pronóstico menor que el estimado por el mercado, sigue siendo una cifra preocupante.

El economista jefe del Fondo, Pierre-Olivier Gourinchas, ha destacado que el país enfrenta una situación muy difícil, y su colega Petya Koeva Brooks ha señalado que la inflación podría llegar al 120% si se implementan medidas para anclarla.

El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que presentaría un nuevo acuerdo técnico con el FMI para recalibrar las metas de este año y acceder a nuevos desembolsos, ya que el país debe enfrentar un vencimiento de USD 2.700 millones próximamente.

El FMI también advirtió sobre el bajo nivel de crecimiento global para este año y el próximo, destacando que la inflación, aunque ha disminuido respecto a 2022, sigue siendo alta. América Latina presenta una proyección más optimista en base al desempeño económico de Brasil y México, mientras que Argentina enfrenta un panorama más complicado.

El organismo multilateral destaca la importancia de un crecimiento equilibrado y advierte que las cadenas de suministro se están restableciendo, pero las fuerzas que frenaron el crecimiento en 2022 persisten. En ese contexto, la inflación continúa erosionando el poder adquisitivo de los hogares.

En general, el crecimiento mundial se desacelera, pero las economías de mercados emergentes y en desarrollo se mantienen estables, con variaciones significativas en diferentes regiones. Para América Latina y el Caribe, se espera una disminución del rebote del PBI de 3,9% en 2022 a 1,9% en 2023, aunque se prevé una mejora para 2024.

La economía argentina enfrenta desafíos importantes en medio de una situación económica compleja y alta inflación, lo que exige la implementación de medidas efectivas para estabilizar la economía y fomentar el crecimiento sostenible.