El presidente Javier Milei ha oficializado la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), tras 28 años de funcionamiento, mediante el decreto 953/2024 publicado hoy en el Boletín Oficial. Esta medida se enmarca en un esfuerzo por aumentar la eficiencia en la fiscalización y control de ingresos públicos, dando paso a la nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). El cambio se justifica por la necesidad de simplificar la estructura del organismo anterior, del cual se prevé la desafectación de más de 3.000 agentes.
A través del decreto 954/2024, se han designado las autoridades de la ARCA. Florencia Misrahi, ex titular de la AFIP, asumirá el cargo de directora ejecutiva, acompañada por Andrés Vázquez en la Dirección General Impositiva (DGI) y José Velis en la Dirección General de Aduanas (DGA). Estos nuevos directores tendrán un mandato de cuatro años, con posibilidad de reelección, sujeto a la ejecución de un Plan de Gestión previo.
La decisión de disolver la AFIP responde a la necesidad de mejorar la capacidad del Estado para gestionar ingresos y recursos públicos. Según el Gobierno, el organismo había crecido en su estructura y funciones, lo que limitaba su eficacia en la recaudación y el control aduanero. La ARCA promete una especialización y optimización de recursos, lo que debería mejorar la calidad y celeridad de los servicios prestados a la ciudadanía.
Creada en 1996 por el entonces presidente Carlos Menem, la AFIP fue vista durante mucho tiempo como un pilar en la gestión de ingresos públicos. Sin embargo, el Gobierno actual considera que la nueva agencia permitirá una respuesta más ágil a las demandas sociales y regulatorias, mejorando la administración tributaria y aduanera.