Ficha Limpia: el pedido de Milei, la maniobra de Rovira y el blindaje político a los senadores misioneros

El escándalo por la caída del proyecto de Ficha Limpia en el Senado sumó en las últimas horas una revelación clave: Carlos Rovira, jefe político indiscutido de Misiones, habría recibido un pedido directo del presidente Javier Milei para que los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut cambiaran su voto. Así lo reconoció el propio Rovira, en conversaciones privadas con su círculo de confianza.

Con este gesto, el líder del Frente Renovador de la Concordia no solo selló el destino del proyecto —que buscaba impedir que personas con condenas en segunda instancia pudieran postularse a cargos públicos—, sino que además expresó su desacuerdo de fondo con lo que considera una forma encubierta de proscripción, incluso hacia figuras a las que no simpatiza, como Cristina Kirchner.
Un pedido presidencial y una decisión estratégica

Según reconstruyó La Nación a partir del testimonio de al menos media docena de asistentes a una reunión a puertas cerradas en la Legislatura provincial, Rovira explicó ante una tropa de 50 ministros, diputados y altos funcionarios que el pedido de frenar Ficha Limpia vino del propio Milei, en un llamado telefónico personal. Lo que siguió fue una jugada política quirúrgica: ordenar el cambio de voto de Arce y Rojas Decut, blindarlos internamente y contener el vendaval externo.

Rovira no suele hablar con la prensa. Solo lo hace cuando convoca a conferencias cuidadosamente preparadas. Esta vez, incluso evitó hacer declaraciones al término de la jornada legislativa, en la que se lo vio distendido, sonriente, posando con funcionarios y tapándose el rostro con una carpeta en tono de broma para evitar más cámaras.
De “traidores” a “héroes” en 24 horas

Los senadores misioneros llegaron a Posadas el jueves por la mañana en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, tras abandonar el recinto del Senado en silencio y con premura apenas Victoria Villarruel dio por terminada la sesión. Durante el viaje, temieron algún escrache o video viral que los señalara por haber sido clave en la caída del proyecto. Pero nada de eso ocurrió.

Ya en tierra misionera, Rovira los recibió, los felicitó en privado y luego los respaldó públicamente en la llamada «Previa», una reunión interna del Frente Renovador donde se baja línea política. Arce y Rojas Decut pasaron de ser vistos como villanos a ser condecorados como leales, en una provincia donde la política es unipersonal y la única legitimación que importa es la del jefe.

“Banco a los dos”, posteó Roque Gervasoni, el vocero más punzante del rovirismo en redes. El presidente del Instituto de Economía Circular se mostró en la única foto conocida junto a los senadores, señal clara de que el discurso oficial ya estaba en marcha: el proyecto era una herramienta electoral del macrismo, diseñada —según esa visión— para beneficiar a Silvia Lospennato en la Ciudad de Buenos Aires y a Mauricio Macri.
Rovira, Cristina y los fantasmas de la proscripción

Pese a su distancia personal e ideológica con Cristina Kirchner, Rovira dejó en claro, en su entorno, que no avalará ninguna iniciativa que huela a exclusión. “A Cristina hay que ganarle en las urnas, no impedirle competir”, fue la frase que repitió, según testigos de la reunión.

Esa mirada tiene también una raíz personal: el propio Rovira fue derrotado en 2006 cuando intentó reformar la Constitución para habilitar su reelección indefinida y desde entonces se considera —según sus allegados— un “proscripto institucional”. Por eso, rechaza toda herramienta que limite el acceso a las urnas, incluso para adversarios con los que no tiene relación.
Misiones, entre la obediencia a la Rosada y la autonomía estratégica

Mientras los diputados nacionales de Misiones votaron en bloque a favor de Ficha Limpia en la Cámara baja, el Senado fue el escenario del giro rovirista, que dejó perplejos incluso a sus propios aliados. El operativo se montó con sigilo y efectividad.

Una foto divulgada por el ministro del Interior, Guillermo Francos, junto a Eduardo “Lule” Menem y Carlos Rovira en la oficina del exgobernador dejó un mensaje claro: hay un canal abierto entre Misiones y la Casa Rosada y un posible principio de acuerdo para 2025. La política —en su versión más cruda— no se detiene ante la polémica: la administra.

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