La posible ampliación del período extraordinario de sesiones del Congreso se vuelve casi inevitable debido a la complejidad del proyecto de Ley Ómnibus propuesto por Javier Milei. La falta de tiempo para abordar este texto, mal confeccionado y reordenado a último momento, requerirá más sesiones de las previstas.
El inicio del debate en las comisiones, programado para el 9 o 10 de enero en la Cámara Baja y el 11 en el Senado, hace evidente que el plazo actual no será suficiente para analizar en profundidad el proyecto. Se prevé una serie de correcciones, consultas a funcionarios y negociaciones para consensuar un dictamen final, lo que sugiere la necesidad de extender las sesiones hasta febrero.
La convocatoria a extraordinarias, que termina el 31 de enero, ha revelado la falta de comprensión del proceso parlamentario por parte de varios funcionarios, generando incertidumbre sobre la viabilidad de discutir el proyecto en el tiempo establecido.
Un dato relevante es la conformación de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo para el DNU, que no parece ser una prioridad hasta febrero. Esto plantea interrogantes sobre los plazos establecidos para su tratamiento, según lo estipulado en los artículos 19, 20 y 21.
Javier Milei ha mencionado la posibilidad de presentar otros proyectos, aunque se desconoce su formato. La falta de información sobre estos proyectos refleja una falta de transparencia en su elaboración, llevada a cabo en estudios jurídicos privados.