En medio de la controversia sobre el uso de fondos fiduciarios durante la gestión de Alberto Fernández, Fernanda Miño, ex titular de la Secretaría de Integración Sociourbana vinculada al referente social Juan Grabois, aseguró que “no hubo choreo” en la utilización de ese dinero y que las obras se llevaron a cabo. Miño, encargada del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), afirmó que las auditorías eran frecuentes y que las obras eran transparentes y comprobables.
El gobierno de Javier Milei está llevando a cabo una auditoría de los fondos manejados por Miño, alegando que muchas de las obras fueron veredas o cordones cuneta y que hay una gran cantidad de intervenciones no finalizadas. También se acusa de dirigir contratos a cooperativas asociadas a Grabois. Estas acciones se dan en el contexto de la eliminación anunciada de fondos fiduciarios por parte del gobierno libertario.
Miño, en defensa de su gestión, argumenta que las auditorías eran regulares y públicas, y que las acusaciones son una “puesta en escena para ocultar la situación económica que está sufriendo el pueblo argentino y trabajador”. Grabois se desvinculó del manejo del FISU, alegando que no fue funcionario y elogió la transparencia y eficiencia de la gestión anterior.