El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó este viernes congelar la mayoría de los fondos destinados a la ayuda exterior, exceptuando programas de alimentos de emergencia y la asistencia militar a Israel y Egipto. Esta medida, parte de una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, afecta proyectos esenciales en áreas como salud, educación, seguridad y lucha contra la corrupción.
Con un presupuesto de 60.000 millones de dólares en 2023, esta decisión podría tener consecuencias graves para millones de personas, según organizaciones como Oxfam América. Aunque Israel y Egipto están exentos, no se incluyó una excepción similar para la ayuda militar a Ucrania, generando incertidumbre sobre el futuro de los fondos aún disponibles para este país.
El objetivo, según el secretario de Estado Marco Rubio, es garantizar que la asistencia esté alineada con la agenda de Trump y evitar duplicaciones. Una revisión integral de la ayuda exterior se completará en tres meses para determinar su futuro.
En el contexto internacional, líderes y organizaciones expresaron su preocupación, mientras que el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, hizo un llamado a las naciones a mantener su compromiso con el desarrollo global.
