El conflicto entre el Gobierno y los sindicatos aeronáuticos se intensifica tras una serie de despidos en Intercargo, la empresa estatal de servicios en tierra para aerolíneas. Después del reciente paro que afectó a miles de pasajeros, el Gobierno tomó la drástica decisión de despedir a 15 empleados, lo que ha generado nuevas tensiones y amenazas de medidas de fuerza que podrían afectar la operación de vuelos en los próximos días.

Los despidos y la respuesta gremial

El jueves por la tarde, Intercargo confirmó el despido de 12 choferes, 2 supervisores y 1 coordinador de micros, alegando que estos empleados habían “incumplido con los deberes y obligaciones de su trabajo de traslado”. Según la versión oficial, su accionar durante el paro “obligó a que pasajeros de al menos 10 vuelos de Flybondi, Jetsmart y Latam fueran ilegítimamente retenidos dentro de las aeronaves, impidiendo su desembarco y generando un caos operativo”.

El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió la medida enérgicamente: “Decidimos la desvinculación de estos 15 empleados que, a través de un piquete aéreo, tomaron como rehenes a los pasajeros. En la Argentina que estamos construyendo, no vamos a permitir mecanismos de extorsión que afecten a los ciudadanos”. La decisión ha sido respaldada por otras autoridades gubernamentales, quienes sostienen que estas acciones van en contra del derecho de los pasajeros a volar sin interrupciones indebidas.

Por su parte, el secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, salió al cruce de las declaraciones oficiales y anticipó que la situación podría empeorar. “Las personas que despidieron son todos choferes que estaban de franco, tanto ayer como hoy. El sábado no van a tener gente para operar y se va a demostrar que los vuelos no van a salir o se van a demorar por falta de personal”, advirtió Llano. Además, aseguró que “si hubiera habido una mesa de diálogo, se podría haber evitado este desenlace y haber avisado con antelación”.

Impacto en los vuelos y posibles demoras

Ante el escenario de conflicto, las aerolíneas están en alerta por la posibilidad de que las operaciones del fin de semana se vean gravemente afectadas. Según fuentes internas del sector, la ausencia de los choferes despedidos podría derivar en la falta de vehículos para el traslado de pasajeros y tripulaciones, lo que provocaría demoras en el abordaje y desembarque de los vuelos, e incluso la cancelación de algunos itinerarios.

Llano fue tajante al respecto: “No hay un plan B para reemplazar a estos choferes capacitados de un día para otro. Mañana, cuando los vuelos no salgan, quedará en evidencia que el problema no se resuelve con despidos, sino con diálogo”.

Las acusaciones del Gobierno: ¿piquete aéreo o protesta sindical?

La postura oficial es que los empleados despedidos incurrieron en una “grave falta” al bloquear el desembarque de los pasajeros como forma de protesta. “No vamos a tolerar que se utilice a los pasajeros como moneda de cambio en un conflicto sindical”, enfatizó Caputo en su conferencia de prensa. Sin embargo, desde el gremio aeronáutico aseguran que la medida fue en respuesta a reclamos salariales no atendidos y que los despidos fueron una represalia desproporcionada.

Los trabajadores despedidos también han comenzado a organizarse para llevar su caso ante la justicia laboral, argumentando que se trató de un despido arbitrario y sin las debidas instancias de negociación previa. “Esto no se trata solo de 15 familias que se quedan en la calle, sino de un ataque directo al derecho a la protesta y la organización sindical”, sostuvo Llano.

Posibles nuevas medidas de fuerza y su impacto en la actividad aeroportuaria

Frente a este panorama, los gremios no descartan profundizar el plan de lucha. Según adelantaron fuentes cercanas a APA, podrían convocar a asambleas sorpresivas en los aeropuertos durante el fin de semana, lo que podría generar más demoras y complicaciones para los pasajeros que tienen programados vuelos en los próximos días.

Llano no descartó esta posibilidad y advirtió que “la situación es insostenible” si el Gobierno no da marcha atrás con los despidos y no convoca a una mesa de negociación. “No queremos llegar a ese punto, pero si no hay diálogo, lamentablemente la medida de fuerza será la única respuesta”, concluyó el líder sindical.

Panorama incierto para los pasajeros

En medio de este conflicto, los pasajeros se encuentran en un limbo de incertidumbre. Las aerolíneas, por su parte, han comenzado a reprogramar vuelos y ofrecer opciones de cambio a quienes tengan viajes previstos para el sábado, previendo que la situación pueda empeorar.

El conflicto entre el Gobierno y los gremios aeronáuticos no muestra signos de calmarse. Con los despidos ya consumados y la amenaza de paralizar los aeropuertos, el país podría enfrentarse a un fin de semana caótico en sus terminales aéreas. Mientras tanto, los gremios esperan que la presión de las demoras obligue al Gobierno a repensar su estrategia y reabrir el diálogo para evitar una escalada aún mayor en el conflicto.