Lo que en un momento fue considerado como un fenómeno marginal y excéntrico en la política argentina, hoy se ha vuelto central. Los funcionarios, economistas y expertos que siguen de cerca la situación del país desde Estados Unidos están perplejos y preocupados por el avance en los sondeos de Javier Milei, y lo comparan con Donald Trump, quien comenzó como un personaje estrafalario y terminó como presidente contra lo que el establishment esperaba. Hoy, como favorito del Partido Republicano para las elecciones de 2024, sigue en el centro del ring político.

Según se informa, en las conversaciones privadas entre funcionarios argentinos y estadounidenses que se interesan por nuestro país, la figura del economista libertario suele ser tema de discusión. Aunque hablan sobre los candidatos de Juntos por el Cambio y los vaivenes del Frente de Todos, cada vez más les preguntan sobre el “Little Trump” o el “Little Bolsonaro” y cuáles son sus posiciones, porque en Washington no están muy claras.

Mientras tanto, en los pasillos del Fondo Monetario Internacional, los técnicos se quedan sin palabras ante la posibilidad de tener que lidiar con alguien que promueve, por ejemplo, cerrar el Banco Central y dice que “el FMI no debería existir”.

Milei avala el espejo trumpista en el que le gusta reflejarse y su alineamiento con Trump y Bolsonaro es casi natural. Para él, todos aquellos que estén en contra de las corrientes políticas de la izquierda “están del lado en el que estoy”. Y no duda en elogiar al ex presidente estadounidense, a quien considera una herejía para los políticos argentinos por bajar los impuestos, hacer crecer la economía y reducir el déficit fiscal.

Aunque tienen orígenes diferentes, ambos políticos comparten una retórica incendiaria y una imagen mediática fuerte y polémica. Ambos hicieron de sus peinados un sello distintivo y aman los medios de comunicación. Con una personalidad picante y siempre dispuestos a pelear, el rating los adora y fue el trampolín para su salto a la política.

En la campaña electoral de 2016, Trump competía con 16 precandidatos republicanos y fue criticado por ser una improvisada estrella de reality show de carácter intempestivo incapaz de liderar la primera potencia. Sin embargo, demolió uno a uno a sus rivales de la interna y más tarde venció a la demócrata Hillary Clinton. En Estados Unidos, Milei es visto con perplejidad por los expertos, quienes se quedan sin palabras ante sus posiciones extremas.