El Gobierno argentino ha asumido un compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para avanzar en la segmentación de tarifas en todo el país. Como respuesta, el FMI instó al Gobierno a cambiar el sistema de eliminación de subvenciones en las tarifas de servicios públicos. Se espera que estas medidas afecten a los precios de los servicios públicos en el próximo reajuste, que se realizará en mayo.

En su último informe, el FMI escribió que “la mejora de la orientación de las subvenciones a la energía será fundamental para conseguir los ahorros presupuestados y lograr gradualmente la recuperación de los costes”. Se espera que las subvenciones a la energía disminuyan hasta el 1,5% del PIB en 2023, frente al 1,9% en 2022.

El Gobierno ha anunciado un nuevo aumento de tarifas, que se aplicará a partir de mayo. Los sectores de mayores ingresos percibirán un aumento promedio de entre el 70% y el 90% en la factura, mientras que los sectores de bajos ingresos no tendrán aumento y los sectores medios no tendrán aumento hasta los 400 megavatios de consumo.

El FMI sugirió en su informe que se apliquen aumentos adicionales en agosto (17%) y noviembre (7%) para acercar el costo que pagan los usuarios comerciales al precio total del servicio. De esta manera, se busca mejorar el equilibrio en la contribución de cada sector en el pago de los servicios públicos.

Cabe destacar que el Gobierno de Alberto Fernández decidió aplicar esta medida como parte de un plan de reducción de subsidios para alcanzar un mayor equilibrio en el pago de los servicios públicos. Se espera que estos cambios generen un ahorro fiscal significativo a lo largo del año.